Las tres mujeres, jefas de hogar, no podían continuar pagando la renta de las viviendas que alquilaban en la localidad del norte neuquino. Además, son integrantes de la Agrupación Familias en Lucha.
Esta agrupación es formada por familias que reclaman el acceso a un terreno para la edificación de una vivienda. La ausencia de planes de vivienda populares no es un problema nuevo en Vaca Muerta pero es un problema que se agravó en este contexto.
Recientemente la Coordinadora Territorial, una organización que nuclea a profesionales de la salud de la zona oeste de la ciudad de Neuquén, denunció que los problemas estructurales como por ejemplo la falta de acceso a la salud, la educación, la alimentación y la vivienda afectan gravemente a la salud integral de las personas.
Durante esta semana se registró una toma de terrenos en Centenario por parte de familias que reclaman un techo para vivir.
De la misma manera el reclamo se hizo oír en San Martin de los Andes.
Sin casa no hay cuarentena
Claudia Vasquez es representante y vocera de la Agrupación Familias en Lucha. Comentó que la agrupación nuclea a 50 familias de la localidad y que surgió como una forma de luchar entre todos por un mismo problema y dejar de hacerlo de manera individual.
Y dijo, “más que nada el reclamo de nosotros es de terrenos y viviendas. Nos han surgido un par de problemas dentro de la agrupación, familias que están en riesgo de desalojo, familias que ya están desalojadas de sus hogares”.
Sobre lo ocurrido comentó que, “se nos presentó una situación en la cual, participantes de nuestra agrupación decidieron tomar una casa, porque ya es la última oportunidad que tuvieron, porque de parte del Municipio no han tenido respuesta, decidieron tomar una casa, agruparse ahí con sus respectivos chicos, había menores”.
Las tres ocupantes permanecieron todo el día en la casa y reclamaban la presencia de Mariela Muñoz quien está a cargo de Secretaria de Desarrollo Humano de la Municipalidad de Chos Malal.
Se vivieron horas de tensión, con una fuerte presencia policial que impedía el ingreso de agua y víveres para las jóvenes y sus hijos. “Se quedaron esperando una respuesta, agregó Claudia, porque en esta pandemia si no tenes hogar, ¿dónde haces la cuarentena?”.
Respuestas a medias
Las mujeres solicitaban la presencia de la funcionaria que dijo que no se iba a dirigir al lugar donde estaban tomando, la respuesta inmediata fue la orden de desalojo que acataron porque priorizaron la salud mental de sus hijos.
De ahí se fueron a la municipalidad, Vasquez continuó el relato y dijo que “cuando llegamos no querían recibirlas juntas, querían que pasen cada una por su lado. Nos plantamos ahí afuera, porque la idea era, en un principio que las iban a recibir a las tres juntas”.
Finalmente se abordó a una solución temporaria en la que el Municipio se comprometió a pagar el alquiler. Vasquez afirmó que “no son los únicos casos que tenemos dentro de nuestra agrupación, tenemos muchas familias más que están en riesgo de desalojo todavía”.
La historia de la presentación de los petitorios
“Se tiene que llegar a la instancia, al último recurso cómo para qué te escuchen, porque ellos no quieren dialogar con nosotros, enfatizó la referente de la agrupación y siguió, venimos entregando notas, petitorios hace un montón de tiempo, nos cierran las puertas del Municipio. No quieren dialogar con nosotros, siempre, nos buscan otra alternativa para no recibirnos, para no escucharnos, pero bueno, la gente ya se cansó”.
Para finalizar reforzó los motivos para reagruparse y expresó que “dentro de la agrupación también tenemos muchas necesidades de alimentos, de familias que no llegan a comer, que no llegan a pagar su alquiler o que si pagan su alquiler no tienen para comer. Abuelos, que, si pagan su alquiler, se quedan sin comer. Entonces, la ayuda social es muy precaria, tenes que exigirle mucho, meterle mucha presión para que la ayuda social llegue”.
Fotos cedidas por FM La Arriera de Chos Malal. |