Convocada por el Colectivo de Mujeres Feriantes de Morón, y con el apoyo de algunas organizaciones sociales y políticas de la zona, se llevó a cabo esta concentración frente al palacio municipal. Las trabajadoras lograron ser recibidas por el presidente del concejo deliberante de Morón, Jorge Laviuzza.
En esta reunión, Laviuzza planteó que desconocía la situación que atravesaban las trabajadoras y se comprometió a trasladar el reclamo al ejecutivo, aunque remarcando el hecho de que su actividad no está reglamentada, es decir, poniendo por delante una supuesta ilegalidad, cuando de lo que se trata es del derecho a garantizarse un ingreso básico a mujeres que se ven obligadas a trabajar en estas condiciones producto de años de políticas de ajuste y precarización del empleo.
Lo llamativo es que Laviuzza no esté al tanto que la semana pasada detuvieron a una de las trabajadoras con su hijo de 10 años, cuando fue un escándalo que se replicó por las redes. Según cuentan las propias trabajadoras, cada vez que actúa la policía manifiesta cumplir órdenes del municipio.
Mientras todo esto sucedía el intendente Lucas Ghi se encontraba, según sus propias palabras, “conversando con los 40 integrantes de la nueva Fuerza de Respuesta Inmediata de la Policía Federal, que se sumaron para profundizar las tareas de prevención en materia de seguridad en nuestro distrito”. Una muestra cabal de dónde están puestas sus prioridades.
Hay que invertir las prioridades. Como hemos señalado en varias oportunidades en este medio, es necesario un salario de cuarentena de $30.000 para todos los trabajadores que se hayan quedado sin ingresos durante la cuarentena, en base a un impuesto extraordinario a las grandes fortunas, tal como estipula el proyecto presentado por los diputados del Frente de Izquierda,Nicolás del Caño y Romina del Pla.
Para conocer un poco mejor la situación de estas trabajadoras, hablamos con Rocío, integrante del Colectivo de Mujeres Feriantes de Morón.
Cómo es que se empiezan a organizar con ese nombre y por qué lo hacen?
El tema de agruparnos y poner un nombre surgió a partir de esta situación de pandemia, empezamos a volver a trabajar de a poquito y con la concentración de gente obvia empezó a caer la policía a molestar en reiteradas oportunidades, hasta que en un momento fue muy invasivo, nos empezó a correr por todos lados.
Pasan y te dicen señora córrase porque la llevo a la comisaría, córrase porque acá no puede estar. Y vos le decis “estoy entregando unas cosas ya me voy” o le decís “mirá yo tengo permiso para estar entregando”, hay gente que vende mercadería y tiene el permiso de venta minorista, pero no les interesa. Nosotras ocupamos martes y viernes una hora, es decir dos horas cada semana nada más, un espacio para hacer entregas ya pactadas, pero vienen a sacarnos a nosotras cuando a una cuadra hay un montón de locales que no son indispensables y están abiertos y a ellos no se los saca como a nosotras, asi que tambien pensamos que hay una especie de ensañamiento por el género, piensan que nos pueden venir a patotear y a sacar más fácil porque somos mujeres.
A partir de esta persecución ustedes se empiezan a organizar ¿Cómo lo hacen?
Surge la idea de crearnos un grupo de whatsapp, de crearnos un nombre para poder llevar el reclamo a la municipalidad, entregamos una carta pero ya pasaron dos semanas y todavía no hubo ningún tipo de respuesta. El acoso de la policía continuó hasta que hace una semana y media pasó lo de la compañera Nieves, que se la llevaron detenida con su hijo teniendo permiso. Estaba con un menor de edad que se quedó pobrecito en la esquina viendo todo. Varias compañeras que estábamos filmando nos empezamos a amontonar y no dejamos que se la llevaran, eran dos mujeres policía. Todo esto muy violento, a varias chicas las empujaron y las rasguñaron, le insinuaron el garrote como que les iban a pegar. Como no podían con la situación tuvieron la desfachatez de llamar por radio a más policías diciendo que había una chica que estaba robando con el hijo y con ese motivo cayeron como siete móviles, policías en moto, todo lo que te puedas imaginar, por una chica de la feria.
¿Cuánto hace que trabajas acá, cuantos años tenes, porque sos feriante?
Bueno yo tengo 28 años, trabajo hace más de ocho años en esto de la feria. En principio empezó como un hobbie, hoy en día es un ingreso fuerte en mi casa, yo con esto pago servicios, pago lo que tiene que ver con el colegio de mi hija y pago los impuestos que puedo junto con mi marido. Los martes y viernes, como te comentaba, llueva, truene o haya huracán, nosotras venimos pase lo que pase, porque para nosotras esto es un sueldo, es un ingreso necesario que no podemos suprimir. Y más allá de la ayuda que da el estado, del IFE, de todo lo que vos quieras poner, nosotras necesitamos cierto margen de efectivo para pagar cuentas.
¿Cómo es la situación del resto de tus compañeras?
Conozco varias chicas que viven de esto, son madres solteras muchas, comen y viven de este sueldo porque no solamente se trata de un ingreso en efectivo sino que a través de la feria vos podes conseguir un plato de comida, a través de conseguir un trueque de mercaderia, tambien podes vestir a tus hijos con ropa linda, podés darle calidad de vestimenta a los chicos, entonces la feria nos da mucha calidad de vida, tanto a las mujeres como a los hijos de las chicas.
Ustedes se organizan de forma independiente.
Si, nunca estuvimos nucleados por ningún movimiento en específico. Jamás nos juntamos por un reclamo porque como te digo nosotras somos chicas que trabajamos, venimos dos días nada más en la semana y es una hora que nos vemos. A veces es difícil hacer coincidir a todas en un pensamiento o en un movimiento en particular, pero esto se logró ahora a través de la violencia policial que fue tanta y fue a tantas chicas. Se logró una unidad que antes no había surgido.
Somos cientos las que nos reuníamos previo a la pandemia, ahora somos menos pero por eso existe esa concentración, pero no es que sea a propósito. A parte vamos a trabajar con los recaudos necesarios, alcohol en gel, barbijo. Muchas chicas invertimos en el cuidado, la ropa la lavamos y le ponemos Lysoform, como cualquier otra persona que está habilitada a trabajar, nosotros tomamos todo los recaudos. Así que nos parece injusto que la policía este hostigándonos de esta manera, cuando hay otra gente que son dueños de grandes locales que no son esenciales y que tienen guita, no les va a faltar para comer si no abren y están abiertos, entonces ese tipo de injusticias también nos choca.
Aparte los grandes empresarios también dicen que son esenciales, cuando fabrican productos que en realidad no lo son.
Exacto, vemos ejemplos todo el tiempo de cosas que no son indispensables y están ocurriendo y la policía no se les va encima como a nosotras, ya es una persecución sistemática. Y no solo eso sino que varias chicas han escuchado que los policias nos tratan de “negras de mierda”, dicen que vamos a joder, a boludear, que nos vayamos a nuestra casa y un montón de agravios. Nos indignó y fue uno de los motivos que nos llevó a unirnos por un reclamo en común. |
