Las y los artistas son uno de los sectores que se han visto más afectados en esta cuarentena que no trajo nada bueno a las y los trabajadores. En Salta, muchos realizan sus actividades en los semáforos, como artistas callejeros; otros en las peñas y como parte de espectáculos destinados en su mayoría al turismo, actividad que está frenada desde marzo. Además, muchos ejercen la docencia de forma particular.
En la provincia hay 4400 trabajadores de la cultura hasta el momento sin ninguna asistencia económica.
Desde el inicio de la pandemia empezaron a organizarse para mostrar sus reclamos, con acciones de visibilización en la vía pública. Y el mes pasado lograron que se presente como proyecto en la Cámara de Diputados una propuesta de ley de Emergencia Cultural que incluye el pago de subsidios con un valor igual al IFE, la entrega de módulos alimentarios y una tarifa social de impuestos. También, que la Secretaría de Cultura adquiera y suba plataformas de streaming para realizar presentaciones de danzas, teatro, música, entre otras demandas.
Esta semana, tras la negativa de diputados oficialistas para que se trate difundieron una carta para el pueblo salteño.
En ella sostienen que "antes de la pandemia ya éramos un sector precarizado, desprotegido y de ingresos intermitentes, pero esta crisis sanitaria dejó totalmente expuesta nuestra situación de fragilidad laboral, tributaria y de cobertura social".
"Somos familias enteras que vivimos de la producción cultural, y nuestras producciones son a su vez generadoras de miles de fuentes de trabajo”, al tiempo que sentencian en su carta que “nunca entendimos ni entenderemos por qué se podían abrir bares y misas, pero no teatros y espacios culturales”.
Transcribimos el contenido de la carta.
Carta abierta de los trabajadores y trabajadoras de la Cultura a la opinión pública
Queremos expresar nuestra profunda preocupación frente a la situación desesperante e incierta que atravesamos los trabajadores y trabajadoras de la Cultura desde hace cinco meses.
Antes de la pandemia ya éramos un sector precarizado, desprotegido y de ingresos intermitentes, pero esta crisis sanitaria dejó totalmente expuesta nuestra situación de fragilidad laboral, tributaria y de cobertura social.
Somos trabajadores y trabajadoras de la Cultura sin ingresos, músicos sin escenario, bailarines sin público, actores sin teatros, artesanos sin turistas que compren nuestros productos, y centros culturales a punto de cerrar.
Somos la Cultura de Salta y como representantes de ella nos hemos reunido con la Secretaría de Cultura provincial, con quienes nos representan en la Legislatura Provincial y aún no obtenemos respuesta alguna.
Hemos trabajado en un proyecto de Ley de Emergencia Cultural junto a algunos legisladores que han escuchado las necesidades del sector, pero el resto de los diputados se niega a tratarla en sesión.
Por ello es que solicitamos el apoyo de nuestra comunidad. Somos parte de la identidad de esta tierra, y conformamos un paisaje cultural diverso y de calidad, reconocida tanto dentro de nuestro país como en el exterior. No somos simplemente entretenimiento. Somos familias enteras que vivimos de la producción cultural, y nuestras producciones son a su vez generadoras de miles de fuentes de trabajo.
Somos conscientes que la crisis sanitaria que vivimos hizo necesario el cese de nuestras actividades. Pero nunca entendimos ni entenderemos por qué se podían abrir bares y misas, pero no teatros y espacios culturales. En una sala de teatro es mucho más fácil respetar el distanciamiento social con los respectivos protocolos que en otros espacios de recreación.
Necesitamos que la comunidad nos ayude a luchar contra la indiferencia de nuestros funcionarios y funcionarias y su falta de gestión e interés en nuestra problemática. No podemos esperar a que termine la pandemia para que decidan sentarse a pensar en reactivar nuestra industria cultural. Para entonces muchas familias, proyectos culturales y pequeñas empresas y trabajadores y trabajadores independientes de la Cultura, nos habremos extinguido.
La Cultura es un derecho, y los funcionarios y funcionarias tienen la responsabilidad política de garantizar que el entramado cultural no se resquebraje de forma irreparable como consecuencia de una crisis sanitaria. Deben tomar medidas urgentes para mitigar las consecuencias de esta crisis ya que no podremos tener ingresos hasta que no regresen los teatros, los espectáculos y el turismo.
El sector cultural de la provincia necesita una gestión específica y un presupuesto más equitativo en relación a otros sectores productivos. El presupuesto actual para el área de Cultura cuenta con un 30% de recorte en relación al presupuesto anterior y eso es gravísimo.
Una provincia que se jacta de su legado y patrimonio cultural, no puede abandonar a su suerte a quienes la producen.
Pedimos a nuestro público, y a toda la comunidad, que se sumen a nuestra lucha para que la Cultura de Salta no siga cayendo en picada. Necesitamos una Ley de Emergencia Cultural ya. Que la provincia resguarde a los trabajadores de la Cultura.
Artistas por la Ley de Emergencia Cultural | 
