Mendoza viene, en las últimas semanas viviendo una situación crítica respecto de la pandemia de Covid 19. En la última semana hubo un aumento del 69% de los casos (1232 casos de la semana pasada, contra 1927 casos de ésta).
Además, el dato más alarmante que dio el gobierno este viernes fue el de la ocupación de camas de terapia intensiva. Los datos indican que en el Gran Mendoza, el 90% de las camas están ocupadas, llegando esa cifra, en el resto de la provincia al 78%.
Respecto al dato del Gran Mendoza, la ocupación de camas de UTI, está plenamente relacionada con el aumento en la curva de contagios. De hecho en sólo dos semanas se pasó de una ocupación del 65% al 90%. Incluso se registran casos como el del Hospital Central con una ocupación total.
Si contrastamos este dato, con otros lugares del país, podemos ver que la ocupación de camas de terapia intensiva en el AMBA es del 66,6%, y que a nivel nacional es del 59,2%. De hecho, es tal la ocupación de camas en el gran Mendoza que, desde el propio Servicio de Emergencias Coordinado, están alertando que “Cuesta encontrar camas, es cierto que tenemos que llamar a varios efectores para conseguir camas”.
Al mismo tiempo, es necesario recordar que nuestra provincia es una de las provincias que se encuentran por debajo de la media nacional respecto a la cantidad de camas de terapia intensiva cada 100mil habitantes.
En nuestro país, la media nacional es de 28 camas cada 100mil habitantes, al igual que en Santa Fé. En Cordoba es de 22,5 cada 100mil, en CABA de 55 cada 100mil y en Mendoza sólo llega a 18 camas de terapia intensiva cada 100mil habiantes.
Es decir, que en nuestra provincia solo hay 330 camas de terapia intensiva para 1.800.000 personas. Este dato, por supuesto contempla el irrisorio aumento de camas desde que comenzó de la pandemia, que fue solo de un 30%. Es decir que desde marzo a ahora, solo aumentaron 80 camas (pasando de 250 a 330). Esa es la preparación del gobierno de Rodolfo Suarez, para enfrentar la pandemia. Algo, a todas luces, impotente.
El gobierno radical de la provincia tuvo 6 meses de emergencia sanitaria para preparar el sistema de salud para que pueda dar respuesta a la situación de la pandemia. El resultado: menos cantidad de camas de terapia intensiva que en el resto del país, un colpaso anunciado del sistema de salud, que no solamente no da a basto por la falta de camas de UTI, sino que además tiene un gran número de trabajadores y trabajadoras sanitarios contagiados de coronavirus o aislados por la falta de insumos para proteger su salud. Lo cual, por supuesto, lleva a un sistema de salud tanto público como privado, altamente resentido.
El gobierno, luego de estos meses llega a estos nuevos picos de contagio sin la capacidad para dar respuesta a la pandemia. Al mismo tiempo, se multiplican las denuncias de personas que tuvieron contacto estrecho con pacientes positivos, pero que no están siendo testeados.
Claramente, todo esto no responde a la sorpresa de la pandemia, ni a falta de recursos. El propio gobierno mendocino decidió contratar con un pago de $2800 millones a CreditSuisse y PuenteHnos para renegociar la deuda de Mendoza en default. E invertir sólo $600 millones para combatir al Covid19. Esos recursos fueron destinados a la compra de elementos de protección personal, barbijos, alcohol, alcohol en gel, camas hospitalarias preparadas, los termómetros, oxímetros. También se habrían comprado, con ese dinero, 20.000 reactivos PCR (hisopados). La cifra, por supuesto incluye los 188 millones que los hospitales descentralizados invirtieron por su cuenta.
Y mientras eso solo alcanzó para aumentar un 30 % las camas de Terapia Intensiva (sólo 80 nuevas) en el AMBA, por ejemplo, aumentaron un 100 %. Sin embargo, pese a esto, la situación sigue siendo critica en esas provincias, donde las falencias estructurales por años de vaciamiento de la salud pública se hacen notar.
Mientras el gobierno apostó, todos estos meses a un legislación represiva contra quienes no cumplieran la cuarentena e insistió en la responsabilidad individual ante el crecimiento de los contagios, esta crónica de un colapso anunciado lo que nos muestra es un gobierno que no hizo nada de lo necesario para mantener el sistema de salud a flote, en medio de una pandemia mundial. Un gobierno que, prefirió poner un 400% más en la renegociación de la deuda, que en el sistema sanitario de nuestra provincia.
Mientras se podrían haber utilizado estos meses para unificar el sistema de salud público y privado, ampliar la cantidad de camas disponibles y, sobre todo, fortalecer la atención con insumos y más personal mediante un fuerte aumento del presupuesto para enfrentar la pandemia.
En la contracara de esto, están los trabajadores y trabajadoras de la salud, que arriesgan sus vidas todos los días tratando a pacientes con Covid, sin que el gobierno mendocino les garantice las medidas de seguridad sanitaria básicas, para llevar adelante este trabajo. Ellos y ellas son quienes realmente están en la primera línea sosteniendo un sistema de salud, que nunca fue prioridad de este gobierno radical, ni siquiera durante la pandemia. |