Hoy se vive una nueva jornada de movilizaciones reclamando justicia por Jacob Blake y contra el racismo policial. Blake es un jóven negro que el el pasado lunes recibió 8 balazos por la espalda, a quemarropa, mientras intentaba subirse a su camioneta en la cual se encontraban sus hijos. Sucedió en la ciudad de Kenosha, estado de Wisconsin, al norte de Estados Unidos.
Desde el día lunes se desarrollan protestas en esa ciudad y a lo largo del país contra la brutalidad policial y el racismo sistémico. La policía reprimió sistemáticamente las protestas, como sucedió en con las que pedían justicia por George Floyd.
El martes se supo que Jacob, quién logró sobrevivir al brutal ataque, quedó paralizado de la cintura para abajo. Además, según declaró el padre, Jacob se encuentra esposado a su cama de hospital porque "está bajo arresto", aunque no sabe bajo que cargos.
El miércoles dos manifestastes fueron asesinados y uno resultó herido por un supremacista blanco que disparó contra las marchas. Un grupo de civiles, armados con ametralladoras como la infame AR-15 se organizaron para "proteger la propiedad" durantes las protestas. El asesino, un jóven de 17 años, pasó al lado de vehículos policiales mientras escapaba de la escenar y la policia no hizo nada.
La nueva oleada de marchas manifestaciones complica los planes de los dos partidos burgueses que tiene las elecciones de noviembre como único objetivo. Biden, ex presidente de Obama y candidato Demócrata debió salir a condenar la violencia aunque solo pidió una investigación profunda y llamó al movimiento Black Lives Matter a protestar de forma pacífica.
Las acciones lideradas por la comunidad negra, pero que son multirraciales, son una expresión de la bronca profunda que sienten los afroamericanos y otras minorías raciales sufren constantemente las vejaciones de este sistema. Pero para el partido Demócrata hoy representan un problema, principalmente porque Trump puede aprovecharlas para su campaña presidencial. La estrategia del republicano se basa en hablar de "la ley y el orden" en oposición al "caos" que supuestamente fomentan los demócratas.
Lejos están ambos partidos de preocuparse por la situación de los afroamericanos, que mueren por miles a manos de la policía rasista.
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