Mañana se rinde el segundo informe de gobierno de la 4T, la legalización del aborto sigue siendo una deuda con las mujeres y personas gestantes.
Olga Sánchez Cordero, secretaria de gobierno, hizo mención a la despenalización del aborto desde antes que tomara posesión. En aquella ocasión decía que iba a buscar la despenalización del aborto a nivel nacional pues la ilegalidad atentaba contra la libertad de las mujeres.
Esa posición ha sido zigzaguente en este par de años en el que ha encabezado la Segob. En algunos puntos diciendo que estaba a favor de la despenalización y contra la criminalización, y por otro lado, diciendo que está en contra del aborto. Recientemente, Cordero dio declaraciones en torno a la despenalización del aborto, aun si que esto se vea reflejado en acciones concretas.
En general es un tema bastante polémico al interior del Morena, mientras las figuras más “progres” apelan a que hay ciertas iniciativas para avanzar con la despenalización a nivel nacional, también han resaltado figuras como la de Lilly Téllez, la cual rompió con el Morena para unirse a la bancada del PAN.
Por su parte, López Obrador ha cuidado mucho no pronunciarse en torno al tema; incluso cuando ha sido interpelado directamente sobre la legalización del aborto, dijo que no quería entrar en ese tema polémico y que había cosas más importantes que resolver. Estas declaraciones denotan la nula importancia que el gobierno federal ha dado a un tema tan importante y sentido como el aborto, limitándose únicamente a impulsar la ley de Amnistía, que dejaría en libertad a las mujeres presas por abortar.
Sectores del Morena han declarado que legalizar el aborto genera acuerdo en el partido y existe la voluntad de avanzar en ello, algo que es desmentido por ciertos sectores. Lo cierto es que esa “voluntad”, y la mayoría que tiene el Morena en las cámaras de diputados y senadores, no se ha puesto en juego para mínimamente avanzar en la despenalización del aborto a nivel nacional.
El tema ha sido ocupado para contener y mantener un “diálogo” con el emergente movimiento de mujeres, así se mostró con la despenalización en Oaxaca, dos días antes de la convocatoria a una jornada de movilizaciones en el marco del 28 de Septiembre, día de lucha por el aborto en América Latina y el Caribe.
Desde Pan y Rosas sostenemos, que es importante no solo pelear por la despenalización, sino por el aborto legal, seguro, libre y gratuito; acompañado de una educación sexual integral, no sexista ni heteronormada, y anticoncaptivos gratuitos. Solo así garantizaremos que sobrevivir a un aborto no sea privilegio de clase.
…mientras la derecha avanza
La despenalización del aborto en la CDMX en 2007 trajo consigo una oleada conservadora en el conjunto de los estados. Ante la posibilidad de avanzar con la despenalización a nivel nacional, la derecha y la Iglesia presionaron para poner candados y que ese derecho no se votara en otros estados. No solo fue a nivel institucional, la criminalización de las mujeres en los hospitales, cuando llegaban desangrándose por practicarse abortos caseros o tener abortos espontáneos fue creciendo, aumentando las penas para las mujeres que abortaban y aumentando el número de mujeres presas.
Partiendo de dicha experiencia, desde Pan y Rosas alertábamos, cuando se despenalizó en aborto en Oaxaca, que si bien era un avance, no podíamos bajar la guardia hasta conseguir todos nuestros derechos, pues la derecha iba a organizarse para impedir a toda costa que otro estado despenalizara el aborto.
Es importante resaltar que el Morena llegó al gobierno en alianza con el Partido Encuentro Social (PES), partido conservador compuesto por sectores de la iglesia evangélica. Miembros de dicho partido, aunque perdieron su registro, han bloqueado la posibilidad de legalizar el aborto en los congresos locales.
Y así fue, primero en Hidalgo, en donde votaron una modificación que “protegía la vida desde la concepción”, hecho que tenía de fondo la criminalización de las mujeres por decidir sobre su cuerpo y un candado para impedir que se votara la despenalización del aborto. También vimos una oleada de criminalización a las mujeres por abortar, situación de la cual, fue un ejemplo muy importante el caso de una joven de 15 años, en Morelos.
Otros estados se le sumaron, y en plena cuarentena, esta situación se agravó más. Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz, fueron los casos más sonados en los que por una vía u otra, bloquearon la posibilidad de legalizar el aborto. Todo mientras el Morena apela a que tiene minoría en los estados, y pide que esperemos a que haya posibilidad de votarlo a nivel nacional.
Cabe resaltar que mientras la derecha presiona para que se discuta y deseche las iniciativas a nivel local; a nivel federal la discusión ya ha sido pateada en múltiples ocasiones. Y mientras nuestras demandas siguen utilizándose como botín político y electoral, miles de mujeres siguen muriendo por abortos inseguros y clandestinos, otras tantas son obligadas a parir. Esto mientas muchas siguen presas, incluso por abortos espontáneos, pues pese a la Ley de Amnistía, hay muchas que no pueden acceder a eso, al estar presas por “homicidio en relación de parentesco”.
Aunque el gobierno de AMLO dice que combate a la derecha y a los “conservadores”, lo cierto es que en temas como este cede completamente, y ha decidido no meter las manos ante la grave situación que viven las mujeres, por la falta de derechos sexuales y reproductivos.
Confiar en nuestras propias fuerzas
No hay certeza de hasta cuando, al Morena o a AMLO le parecerá prioridad este tema. Pero lo cierto es que las mujeres, que hemos inundado las calles ante la violencia y en exigencia de derechos, no podemos esperar a la voluntad de los de arriba.
La situación del aborto en México es otra muestra clara de que ningún derechos nos ha sido regalado, y que lejos de sentarnos a esperar hasta que el aborto sea un derecho, hay que arrancarlo de las manos del régimen.
Dos años han pasado desde que AMLO llegó al poder y la situación de las mujeres, en torno a los derechos sexuales y reproductivos, cada vez es más preocupante. Como mencionamos acá la pandemia trajo graves consecuencias para las mujeres. Se estima que hay un millón sin anticonceptivos y se pronostican más de 145 mil embarazos no deseados durante la cuarentena.
El fallo de la SCJN para Veracruz mostró que nuestros derechos los tenemos que arrancar en las calles. Con el impulso de un movimiento de mujeres independiente al gobierno y todos los partidos en el congreso, ya que como se ha mostrado hasta ahora, la vida de las mujeres no es prioridad.
La independencia política es vital, para que evitemos que nuestras demandas sean tomadas como un botín político, con el cual negocian por arriba, mientras se pierden la vida de mujeres a costa de la clandestinidad del aborto, que vale la pena resaltar, afecta principalmente a las mujeres trabajadoras y más pobres.
Pese a las expectativas que hay en el gobierno, que lo hicieron llegar al poder, se muestra que la vida de las mujeres no ha tenido cambios sustanciales en dos años de gobierno, la violencia y la precarización se profundizan, lo que nos pone como necesidad el impulso de un potente movimiento de mujeres en alianza con la clase trabajadora, para conquistar que sea ley, y construir las bases para pelear por un mundo sin opresión, explotación ni violencia. |