En Barcelona volvieron este lunes a los entrenamientos, pero -como era de esperarse- sin la presencia de su máxima estrella, Lionel Messi. El rosarino aguarda la resolución del conflicto por el que todavía no pudo acordar su entrada a un nuevo club: Barcelona considera que para irse debe pagar la cláusula de 700 millones de euros quien quiera llevar su talento a otra parte. Desde el entorno de Messi fueron claros en afirmar que el plazo de salida en calidad de jugador libre es dentro de los 10 días de finalizada la temporada y la Pulga cumplió con ese plazo. Ambas partes deberán encarar una negociación que podría concretarse este miércoles cuando el presidente de la institución catalana Josep Bartomeu reciba a Jorge Messi (padre y representante de Lionel).
El titular del Barca ofertaría una renovación del contrato hasta pasado el Mundial Qatar 2022 pero todo indica que sería un movimiento para reafirmar la postura del club en la negociación y como guiño hacia su afición. La decisión del futbolista está tomada y no parece tener retorno: se vincula más a deseos deportivos que económicos.
Mientras se desarrollan estos cruces, Lionel Messi está recluido y solamente se conocieron salidas con su amigo Luis Suárez, quien pese a que no será tenido en cuenta por el nuevo DT del Barcelona Ronald Koeman sigue entrenando con el primer equipo.
Es un secreto a voces que el destino con mayores chances para el astro es Manchester, específicamente la vereda celeste de la ciudad en la que sus afectos están a cargo del City: empezando por Pep Guardiola y el Kun Agüero. Pero la plana mayor del Manchester City está a la espera de los avances en la negociación en Barcelona. Según consigna el periodista de Olé Vicente Muglia (autor del libro Che Pep), tanto el DT como el director deportivo Txiki Beguiristain y el consultor Ferrán Soriano (los 3 con peso en la toma de decisiones deportivas en el club macuniano) preferirían no apresurar las cosas y lograr que Barcelona no sea perjudicado: los 3 tienen un pasado y un fuerte vínculo afectivo con el Barca.
A esto se le suma que las autoridades de Manchester City, aunque cuentan con la posibilidad de desembolsar los 700 millones de la cláusula de salida de Messi que resolvería todo automáticamente, tienen una barrera delante: el del Fair Play financiero que ya los tuvo en la picota este año. También se inclinarían más por una salida negociada y en buenos términos.
La negociación de este miércoles puede ser el comienzo de la entrada en zona de definiciones para el futuro del crack rosarino que con 33 años aspira a nuevos desafíos futbolísticos. | 
