Hoy martes se llevó a cabo una medida de protesta convocada por el sindicato de profesionales APUAP que se expresó con ruidazos en algunos centros de salud de la provincia. Las demandas son las mismas de hace meses, con la gravedad de que el sistema está colapsado. Ante los anuncios del gobierno del pago de bono adicional durante la emergencia, los trabajadores expresaron malestar y desacuerdo, planteando reapertura de paritarias y recomposición salarial.
La acción del día de hoy se llevó adelante con ruidazos y campaña de fotos que se difunden en las redes sociales con la consigna “EL PESO DE LA PANDEMIA RECAE ENTRE LOS PEORES PAGOS DEL PAÍS”. Así en estos días hubo varias protestas de distintos sectores de la salud que no sólo que tienen salarios de pobreza, sino a quienes ni siquiera les pagan los salarios en estos meses, sin contratos y sin derechos.
Como denuncian los trabajadores de Salud desde las Bases la situación actual de las y los trabajadores expresan que la mayoría tienen salarios por debajo de la canasta familiar hoy establecida en casi 41 mil pesos:
La mayoría de los salarios del personal de la salud se encuentra entre los 20 a 25 mil pesos. Con antigüedad incluida por ejemplo de 5 años = 25 mil.
Jóvenes precarios del sector administrativo del hospital Pablo Soria que están hace varios años (llegan a 10 años de antigüedad) siendo monotributistas. Actualmente sus salarios rondan entre los 11 a 16 mil pesos por mes.
Jóvenes precarios de enfermería que están trabajando en las terapias intensivas como en el hospital San Roque y hospitales de campaña que no cobran desde marzo y no tienen contratos. El ministro de salud les anticipó que le realizaran contratos como administrativos, sin reconocer la especialidad de la función y riesgo, y pagarían 22 mil al mes (con jornadas nocturnas de 12 horas).
Reemplazantes que hace años que no los incorporan a la planta permanente. Les pagan salarios con dos o tres meses de retraso de 20 mil pesos en promedio. Sin derechos.
Trabajadores del programa Hilando Redes. Cobran salarios que rondan los 10 mil por mes. Trabajadoras denunciaron que las estaban obligando a ir a trabajar a otros pueblos, con amenazas de despidos.
Los anuncios del gobierno no son suficientes
El domingo en conferencia de prensa, el gobernador Gerardo Morales, informó que desde el gobierno se aumentaría el bono de emergencia que se viene pagando ante la emergencia sanitaria por el covid-19. También que se aumentaría el adicional de emergencia que se venía pagando desde hace varios años.
Ayer lunes el ministro de Finanzas Carlos Sadir y el ministro de salud Gustavo Bouhid dieron detalles de la misma. Según informó Bouhid el bono de emergencia de Nación de 5000 pesos por mes, dejaba afuera a 3000 trabajadores, a quienes el gobierno de la provincia les venía pagando. A ese monto se sumaría el pago de 5000 pesos más a todo el personal de la salud, 9610 que son de planta y 1378 contratados en estos meses. También que se aumentaria un monto por emergencia sanitaria que se venía pagando al personal de la salud que estaba establecido entre 360 a 500 pesos por mes, y que aumentarán a 1500 a 2000.
Las afirmaciones de Bouhid resta mucho de la realidad que viven las y los trabajadores de la salud. El ministro de salud sostiene que el Gobierno hace esfuerzos pero niega la existencia de las denuncias que realizan los trabajadores, incluso del alto porcentaje de precarización laboral de quienes sostienen el sistema de salud público, de quienes no cobran o tienen salarios de indigencia. También que los anuncios de emergencia son montos en negro que duraran algunos meses, y que como afirmaban lxs trabajadores “solo alcanza para dos changuitos”, mientras en este año se negó paritarias y no hubo recomposición salarial.
Los trabajadores tienen bronca y predisposición para luchar. Es responsabilidad de las direcciones sindicales de la salud dejar que cada sector lo haga en soledad, o sólo bregar por los afiliados, sin generar espacios asamblearios democráticos para que confluyan todas las demandas y trabajadores, y definir cómo seguir para conquistar los pedidos. Peor aún, sindicatos que están en la pasividad absoluta, o como el mismo gobernador Gerardo Morales dijo, acordando con la secretaría general de ATSA, Yolanda Canchi, las migajas para descomprimir.
Desde las bancas del PTS FIT venimos apoyando y estando presentes en cada acción y medida de lucha de los trabajadores de la salud, y ponemos las bancas para fortalecer la organización y lucha. Da mucha bronca el maltrato y la violencia del Estado con lxs esenciales que no tienen los elementos de protección mínimos, tampoco licencias y están sufriendo situaciones de persecución y hostigamiento graves. Peor aún en situaciones de colapso sanitario, de cansancio y estrés. Mientras tanto, legisladores, funcionarios, jueces y el mismo gobernador, tienen privilegios y cobran dietas que son diez veces más que el salario de un trabajador de la salud
Hoy estuve en el Hospital Pablo Soria de Jujuy apoyando el reclamo de la salud. Charlé con jóvenes precarios cuyos salarios rondan entre 11 y 16 mil pesos. También personal contratado por la pandemia que está sin cobrar hace meses. Así no se fortalece, se debilita @BouhidBachapic.twitter.com/J6Y7Mupdf8
Exigimos salarios que partan de la canasta familiar que hoy supera los 40 mil pesos indexados según la inflación. También el pase a planta permanente de todxs lxs precarizados, plenos derechos y pago al día de sus salarios, como todas las medidas de emergencia ante el covid-19. El gobierno dice que no hay presupuesto para más. Pero se niega a obtener presupuesto para garantizar derechos laborales en base al cobro de impuestos progresivos a la fortuna de Blaquier, las mineras y tabacaleras. Como también que todo funcionario, legislador, y jueces cobren lo mismo que un trabajador.