LID: ¿Cómo ves el escenario abierto con la crisis por corrupción en la FIFA y la reelección de Blatter en medio del escándalo?
AW: Hay varios aspectos para abordar la crisis que atraviesa la FIFA, el escándalo a partir de la detención de los dirigentes y de la investigación que está haciendo la justicia neoyorquina. Una es que expone el enorme negocio que hay detrás del fútbol y la manera en que se realiza ese negocio. Vemos cómo los dirigentes terminan siendo socios de empresarios que los corrompen para obtener jugosos contratos de televisión y comercialización de fútbol, de marketing de fútbol. Eso por un lado, la corrupción privada directamente que envuelve al fútbol.
Por otro lado, lo que surge y lo que se observa con el caso y con la elección que se llevó adelante en la FIFA es la lucha de facciones para sostener y para controlar ese negocio. Que hay dirigentes que recibieron coimas está claro, lo que no está claro es que quienes los enfrentan o dicen enfrentarlos no mantengan las mismas prácticas, o por lo menos no hayan sido en todos estos años cómplices de todas estas prácticas.
Tampoco pareciera que la Justicia de Estados Unidos se haya despertado de un largo sueño y de pronto aparezcan como quienes van a limpiar el fútbol de las mafias y del crimen organizado.
LID: ¿Cómo te parece que afecta todo esto en el mundo del fútbol?
AW: Lo que es que el fútbol es un juego, un deporte maravilloso que apasiona a millones de personas en el mundo pero lo controlan unos señores de traje y corbata, dirigentes o empresarios, que dejan afuera por completo finalmente de todo esto a los hinchas, que sostienen con el pago de sus entradas y yendo a todos los partidos lo que es el valor simbólico de este deporte que es la pasión por los clubes, la pasión por el fútbol, por ver un espectáculo y demás. Y por otro lado también deja afuera finalmente a los jugadores, lo que se ve a las claras en que no tienen una representación gremial digna. No la tienen los jugadores argentinos cuando se produce el escándalo en la Bombonera, en el cual el sindicato de los futbolistas no dijo ni “A” sobre el tema, y no se ve tampoco que suceda a nivel internacional. Hinchas y jugadores, que son quienes sostienen este deporte, están controlados por estos sectores. |