Este viernes, la revista médica británica The Lancet publicó un detallado estudio donde asegura que la vacuna Sputnik V, genera anticuerpos y que no se han visto síntomas adversos.
El estudio explica los primeros hallazgos a partir de los dos ensayos clínicos, parte de la fase 2, donde participaron 76 personas.
Los científicos aseguraron que ambas formulaciones del fármaco (una congelada y otra liofilizada) “son seguras", y aclararon que no identificaron reacciones adversas de gravedad pasados 42 días de las pruebas.
Además, The Lancet anunció que los especialistas rusos indujeron respuestas de anticuerpos en todos los participantes durante 21 días.
Los resultados secundarios, de menor relevancia que los primarios, llevaron a considerar, que las vacunas producen asimismo, respuesta de células T, que detectan y mata células infectadas en un plazo de 28 días.
La formulación congelada fue diseñada para el uso a gran escala, mientras que la liofilizada fue pensada para la implementación en zonas de difícil acceso ya que se mantiene estable a temperaturas de entre 2 y 8 grados centígrados.
El estudio
Ambas formulaciones de la Sputnik V, resultaron seguras y solo tuvieron efectos adversos leves a moderados como dolor en la zona de la aplicación, el 58% de los casos, hipertemia, un 50%, dolor de cabeza (un 42 %), astenia (un 28 %), y dolor muscular y de articulaciones (24 %).
La Gam-Covid-Vac Lyo fue producida por el Instituto de Investigación Gamaleya, del Ministerio de Salud de Rusia, y la compañía Binnofarm. Y se trata de una vacuna de tipo Vector viral, que utiliza un virus para introducir genes del coronavirus en células y así generar una respuesta inmune.
El informe que publicó la revista británica explica que la vacuna incluye dos vectores de “adenovirus” -el llamado "tipo 26 de adenovirus humano recombinante" o rAd26-S y el "tipo 5 de adenovirus humano recombinante” o rAd5-S-, modificados para expresar la "proteína del pico" SARS-CoV-2, utilizado por el virus para invadir las células humanas.
En las pruebas realizadas, se debilitaron los “adenovirus” intentando evitar que se repliquen en células humanas y prevenir enfermedades.
En cuanto a los próximos pasos de la investigación, el profesor Alexander Gintsburg, del Centro Nacional de Investigación para Epidemiología y Microbiología (Rusia), dijo que la fase tres del ensayo clínico de la vacuna incluirá 40.000 voluntarios de diferentes grupos de edad y de riesgo.
Las advertencias
La Organización Mundial de la Salud (OMS) que se mostró cauta frente al anuncio del presidente ruso, volvió a resaltar que "acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad".
Por su parte el epidemiólogo Naor Bar-Zeev, del Centro internacional de Acceso a Vacunas (EE.UU.), ajeno a la investigación, alertó que todos los estudios deben probar "que son seguros y tener una eficacia clínica duradera (que incluya a grupos de mayor riesgo) en ensayos grandes aleatorios antes de que puedan ser utilizados".
Como venimos señalando en este diario, es importante tener en cuenta que la carrera por la vacuna está cruzada por enormes intereses económicos y geopolíticos. Usualmente una vacuna, incluso las que funcionan, llevan años de investigación y testeo antes de su administración clínica a gran escala. Sin embargo, la pandemia ha desatado una carrera que implica directamente por un lado a las gigantes de la industria farmacéutica que pugnan por las siderales ganancias que esperan obtener, y, por otro lado a gobiernos que esperan obtener réditos geopolíticos.
Actualmente son 128 las vacunas candidatas que se están probando en todo el mundo, de las cuales al menos 91 están en fase preclínica y 37 en las fases clínicas: 24 en fase 1, 14 en fase 2, 9 en fase 3, y 3 -incluidas la Sputnik- han sido aprobadas por los diferentes gobiernos para para uso limitado.
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