La falta de presupuesto educativo no es novedad para nadie dentro de la comunidad educativa. Alumnos que deben estudiar en condiciones edilicias paupérrimas, docentes que deben ir de una escuela a otra ya que el salario no alcanza para vivir con un solo turno de trabajo, son parte de lo habitual en las últimas décadas en Tucumán.
En ese contexto hay un sector “olvidado” de la comunidad educativa, pero que sin embargo son parte fundamental del funcionamiento de cada escuela. Secretarias que deben cumplir con miles de funciones diarias, preceptores sobrecargados con cursos bajo su responsabilidad, bibliotecarios que deben hacer malabares para que exista un lugar de consulta en la escuela, personal de limpieza y mantenimiento que realizan su tarea en muchos casos casi sin insumos.
Sin embargo y como en todo a lo relativo a la educación pública este trabajo nunca es reconocido salarialmente. Pero por si esto fuera poco en los últimos años desde el Ministerio de Educación, a través de los supervisores y directores, se está intentando avanzar en imponer una extensión horaria no remunerada a todos los trabajadores administrativos de las escuelas medias. Para esto el gobierno desempolvo nada más y nada menos que un decreto de la última dictadura militar, el N° 413/81.
Sucede que para la gran cantidad de tareas no alcanza con el personal actual y desde el gobierno no se piensa en incrementar el presupuesto para designar más trabajadores o de incrementar la carga horaria con el correspondiente incremento salarial, aprovecharon la existencia de este decreto de 1981 para imponerles a trabajadores que fueron designados por 18, 20 o 25 horas semanales, la obligatoriedad de trabajar por el mismo salario entre 36 y 40 horas semanales, de acuerdo al “criterio” de cada director. Esto por ahora lo vienen intentando imponer “progresivamente”, ya que saben que si lo hacen de conjunto se enfrentarían a miles de trabajadores que en muchos casos pueden perder otros cargos de contra turno por incompatibilidad horaria.
Frente a esto más de un centenar de trabajadores comenzaron a autorganizarse para no permitir que se sigan violentando sus derechos laborales. Según informaron a Izquierda Diario, “las reuniones comenzaron con un puñado de compañeros, luego fueron 15 y ahora casi no tenemos lugar donde reunirnos porque somos muchísimos. No podemos permitir que sigan empeorando nuestras condiciones de trabajo que de por sí ya son irregulares. Vamos a agotar todas las instancias administrativas y acudir a la Justicia, pero también evaluaremos acciones de protesta para que nos escuchen. Este primer paso de organizarnos va a servir hacia adelante también para que no nos veamos aislados en cada escuela y saber que somos miles que convivimos con los mismo problemas”. |