Lo que respiramos produce enfermedades y millones de muertes evitables. La crisis sanitaria por la pandemia se une en forma explosiva a la emergencia climática y ecológica.
Este 7 de septiembre se celebra por primera vez el Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul, establecido por la ONU en su Asamblea General de diciembre de 2019. “La contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muerte y enfermedad en todo el mundo”, sostienen. A los efectos de la pandemia se suma la emergencia climática y ecológica a nivel mundial.
La polución del aire que respiramos afecta directamente nuestra salud, considerablemente la de mujeres, niños y ancianos, y especialmente en sectores de menores ingresos. En 2016 ya se estimaba que era responsable de aproximadamente 6,5 millones de muertes prematuras a nivel mundial.
Según la propia ONU, un tercio de las muertes por accidente cerebrovascular, enfermedad respiratoria crónica y cáncer de pulmón, y una cuarta parte de los ataques cardíacos mortales, se deben a “partículas invisibles de contaminación que penetran en nuestros pulmones, nuestra sangre y nuestros cuerpos”. En tanto que el asma y otras enfermedades respiratorias crónicas son causadas por el ozono troposférico, una combinación de muchos contaminantes expuestos a la luz solar.
¿Sabías que la #contaminación del aire puede acelerar el derretimiento de los glaciares?
La pérdida de hielo en Los Andes amenaza el suministro de agua de las comunidades aledañas.
Junto al dióxido de carbono (CO2), los contaminantes climáticos de corta duración (SLCP en inglés), como el metano y el hollín, son los principales contribuyentes a la emergencia climática global. No solo contaminan el aire, lo que afecta la salud de miles de millones de personas y perjudica cultivos, sino que también provocan calentamiento planetario. A diferencia del CO2, los SLCP son más fáciles de mitigar, por lo que la Coalición para el Clima y el Aire Limpio estima que su reducción disminuiría significativamente el impacto de la crisis climática en el próximo cuarto de siglo. No es poco.
Sistema tóxico
El Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul, nombre inspirador si los hay, tiene por objetivo generar conciencia sobre las ventajas de mejorar la calidad del aire. Pero ¿a quiénes se propone convencer? Como todo bajo un sistema donde unos pocos muy poderosos deciden todo por otros que padecen las consecuencias, la contaminación del aire tiene responsables: China, Estados Unidos, las potencias de la Unión Europea e India están entre los países que más tóxicos emiten. La electricidad, el calor y la energía concentran el 45 % de las emisiones mundiales de carbono de origen fósil, con un 23 % de la industria, un 19 % del transporte nacional, un 3,5 % de la aviación internacional y los búnkeres marinos y 10 % de otros sectores.
Los incendios forestales son otra fuente inobjetable de contaminación del aire: según el Servicio de Monitoreo Atmosférico Copérnico (CAMS), provocaron que durante el 2019 se liberaran 6.735 megatones de dióxido de carbono. El año en curso no se avizora mucho mejor.
Ya sea por quemas intencionales por parte del agronegocio como a partir de condiciones ambientales que se retroalimentan a causa de alteraciones del capitalismo en el clima (sequías, olas de calor, tormentas eléctricas), en 2019 y lo que va de 2020 el fuego arrasó millones de hectáreas en todo el mundo: Amazonas, el Círculo Ártico, Indonesia, Siria, Australia, California y Argentina (en Córdoba y el delta del Paraná, por citar dos ejemplos contundentes).
También en nuestro país, en el barrio Las Mercedes, en Virrey del Pino, La Matanza, hace más de una década que Susana Aranda levanta su voz con fuerza para denunciar que la fábrica Klaukol enfermó y mató a al menos cien vecinos. “Respiramos veneno”, dijo en un móvil de Se Tenía que Decir.
"Klaukol no va a elegir cómo voy a morir yo. Voy a morir luchando". Susana Aranda encabeza la pelea contra la contaminación junto a sus vecinos de Virrey del Pino.
La propia Susana, a propósito del plan del Gobierno argentino para instalar decenas de megafactorías porcinas en norte y sur del país, se solidarizó con la lucha y preguntó: "¿Vamos a seguir siendo el patio trasero de todos los que vengan con el engaño de las fuentes de trabajo?". Sobre dicho acuerdo con China, que se tramita en forma acelerada y poco transparente, el canciller Felipe Solá, uno de sus impulsores, aseguró que iban a hacer “todo lo posible por no contaminar y tener seguridades mínimas previas”, pero que “sobre todo lo que vamos a hacer es producir, generar dólares, exportar y generar empleo”.
En la cuenca Matanza-Riachuelo hay más de cien basurales a cielo abierto y también frigoríficos, curtiembres, fábricas y otras actividades que contaminan el aire (y el agua, claro) y dejan un olor nauseabundo. A diez años del fallo Mendoza, Acumar sigue sin cumplirlo y mejorar la calidad de vida y las condiciones ambientales allí.
**
Para el debut del Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul habrá eventos en Corea del Sur, Kenia y Estados Unidos, con la participación de autoridades de la propia ONU, la OMS, especialistas de la NASA y universidades, así como funcionarios coreanos para el acto de apertura, que se realizará en ese país.
Pero el verdadero compromiso para poder respirar aire puro no vendrá en diálogo con aquellos que privilegian el lucro y seguir garantizándose negociados mientras a su paso dejan crisis climática, ecológica y sanitaria. Como dijo Lisa Simpson: “Todo el sistema está mal”. El 25 de septiembre millones protestarán de distintas maneras para señalar a los responsables en una nueva edición de la Huelga Climática Global.