Aún permanece candente el ánimo de protestas en Estados Unidos, de cara las próximas elecciones a celebrarse el día 3 de Noviembre, en el marco de un fuerte repudio a la violencia racista de la policía, con ejemplos como el asesinato de George Floyd en Minneapolis, y el disparo a quema ropa de Jacob Blake en Wisconsin.
Por su parte el recrudecimiento en los métodos represivos de los antidisturbios, ha significado durante estos últimos meses, una gran cantidad de muertos a manos de la policía, e incluso por parte de civiles, como el caso de Anthony Huber quien fue abatido por un menor de edad de 17 años de nombre Kyle Rittenhouse, en la localidad de Kenosha.
Blake, quien quedó paralítico luego de los disparos, dio sus primeras palabras en público, a través de un video en twitter, mostrándose en una cama de hospital en bata verde, de acuerdo a lo señalado por el medio El Mostrador.
“Tengo grapas en la espalda, grapas en mi maldito estómago" refiere el joven afroamericano a través del video subido por su abogado Ben Crump, agregando "Duele respirar, duele dormir, duele moverse de un lado a otro, duele comer”.
Las ciudades en protesta y la brutalidad policial que se mantiene
Ya son más de 100 días de que una gran llama encendió la indignación de millones de personas en Estados Unidos, generándose movilizaciones con la consigna #BlackLivesMatter en decenas de ciudades.
El presidente Donald Trump, no ha tenido ningún reparo en señalar que podría cortar fondos a ciudades que el tilda como anarquistas, correspondiendo A Washington, Seattle, Nueva York, y Portland, es decir a aquellas ciudades donde se han sentido con mayor fuerza las protestas, abriendo incluso el debate sobre la posibilidad de disolver la institución policial, que ocasión tras ocasión cobra nuevas vidas frente a sus actos de violencia racista.
En lo que refiere a estas dos últimas manteniéndose bastante álgida la tensión política producto de la intervención de la policía. En el caso de Nueva York, expresado por medio de una brutal represión por parte del contingente policial de Rochester, en la cuarta noche de protestas en la ciudad. Estas, con el motivo de la muerte de Daniel Prude, un hombre afroamericano asesinado por la policía el 27 de Marzo, al cual la policía asesina asfixiándolo contra el piso mientras es cubierto con una capucha.
En el caso de Portland cumpliéndose ya el centésimo día de protestas nocturnas, cuya última realización dejó un saldo de 50 detenidos.
Rabia popular de cara a las próximas elecciones
Queda claro el difícil escenario que sortea el magnate ultraderechista Donald Trump, de cara a las próximas elecciones, donde su criminal política frente a la pandemia del COVID19, y el estallido del movimiento antirascista, horadan sus aspiraciones de repetirse el puesto en la Casa Blanca. Cuestión que aprovecha el Partido Demócrata, por medio de su candidato Joe Biden, quien si bien no termina de convencer al electorado, juegas sus fichas aprovechándose en figuras que detentan una importante aprobación, como la senadora por California Kamala Harris, quien se juega la vicepresidencia.
Sin embargo lo que está claro es que ni la política ultraderechista y provocadora de Trump, ni la línea de centro con reformas en ciertas materias de los demócratas por medio de Biden –como el caso de la policía- son una opción para la situación actual que se vive en el corazón del imperialismo, donde la crisis sanitaria producto del COVID19 y la indignación frente a los crímenes raciales han puesto a miles en las calles nuevamente.
La política del mal menor y de un gran frente anti-Trump ha comenzado a operar, volcando la furia de las calles a las urnas el próximo 3 de Noviembre, pero que en nada significarán un cambio estructural en las demandas y luchas del pueblo trabajador. Un cambio que solo puede venir de una política independiente de los dos grandes partidos del establishment, en un partido socialista y revolucionario, que eche abajo de una vez por todas, los pilares de la democracia burguesa, racista, xenófoba y misógina. |