En plena pandemia, el intendente Brandán dejó sin trabajo a José Barrios, quien hace más de 12 años trabaja para la Municipalidad de forma precarizada. También despidieron a su esposa, quien se encontraba de licencia cursando un embarazo de riesgo. Llamamos a todos los sectores a solidarizarse con la lucha por la reincorporación.
Otro despido más de los miles que hay hoy en la Argentina. Esta vez se trata de José Barrios, un compañero que trabaja en la Municipalidad de Colonia Caroya. Él es un trabajador que vive en esa localidad y estuvo 12 años trabajando en negro. Su último contrato fue por 3 años. Al cumplirse ese tiempo, más 2 meses, lo despidieron. También a su compañera, que era empleada de la Municipalidad, le dieron licencia por su embarazo de riesgo. Cuando quiso y pudo recuperar su puesto de trabajo, Chalut, el abogado del intendente, le dijo que ella ya no formaba parte del plantel de empleados de ese lugar, porque ya trabajaba allí su marido.
José pensó en insistir para recuperarlo, mostrando por video las condiciones en que vivían bajo amenaza de desalojo. El intendente Brandán les había prometido una solución que nunca llegó. Su esposa, María Eugenia Rojas, insistió en que le devuelvan su trabajo porque no llegaban a pagar el alquiler porque el sueldo de José no era suficiente. Lo que obtuvo de parte del intendente fue que les dijeran que si seguían con esa postura del reclamo por su puesto de trabajo, iban a despedir a su esposo también.
Fue lo que terminaron haciendo, sin importar la familia sin importar la pandemia, sin importar que es un fraude que pone de manifiesto la ilegitimidad laboral. Porque ya tenia mas de 12 años en negro y de contratado 3 años y más de 2 meses.
José se encadenó en la puerta de la Municipalidad donde fue apoyado por su familia. También estuvo presente una delegación de la Municipalidad de Jesús María y los delegados de la fábrica José Guma S.A., que se solidarizaron y apoyan a José en su reclamo.
Después, en una audiencia con el intendente obtuvo la respuesta de que vuelva su esposa contratada por 5 meses y que después lo contratarían a él nuevamente.
El gremio de Colonia Caroya estuvo representándolo, pero un solo miembro fue quien se hizo presente ahí ese día.
José rechazó la propuesta porque quiere, exige que lo pasen a planta permanente, que le devuelvan su trabajo:
la respuesta del insensato intendente fue un rotundo no.
Cuando él salió de la audiencia habiendo rechazado la propuesta, el sindicato de Jesús María y los delegados de GUMA propusieron medidas fuerza que el gremio de Colonia Caroya aceptó. Razón por la cual este lunes se convocará a asamblea y empezará la lucha por la reincorporación.
Es una vergüenza ver esta situación, causa bronca e indignación pensar que ellos tienen que estar al servicio de la sociedad e ignoran a un trabajador encadenado en la puerta, pidiendo que le devuelvan su trabajo, nuestro total repudio. Llamamos a toda la sociedad y a trabajadores de todas partes a la lucha por José, y que no haya más despidos. Porque si no nos mata este virus, nos morimos de hambre.