El general Ricardo Yáñez, jefe nacional de Orden y Seguridad de Carabineros, informó que “Con apoyo del gobierno y del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, hemos podido incorporar y renovar medios logísticos”. Con ellos el Gobierno y las policías se preparan para enfrentar un eventual estallido 2.0.
En tal sentido, Yáñez clarificó que la institución habría renovado vehículos lanza-aguas, lanza-gases y de trasporte. Asimismo indicó que se incorporaron cámaras corporales y elementos de protección para prevenir lesiones de los uniformados, como serían protectores mandibulares, escudos de 1,8 metros, balaclavas y guantes especiales.
Del mismo modo, el jefe de Orden y Seguridad, indicó que se renovaron las escopetas antidisturbios, que incluirán proyectiles más grandes, supuestamente para mayor control.
La policía hace gala de su función de reprimir a quienes se atreven a cuestionar el régimen político chileno de los 30 años, un legado de la dictadura de Pinochet.
Un hecho ilustrativo ocurrió este mismo sábado. Mientras un puñado de adherentes al “rechazo” a la redacción de una nueva Constitución eran escoltados por Carabineros, cientos de trabajadoras de la salud eran reprimidas en la Alameda, la principal avenida de la capital, Santiago.
El pertrechamiento de Carabineros da cuenta de que el Gobierno viene considerando la eventualidad de un estallido 2.0, y muestra cómo pretende afrontar el ambiente político del plebiscito: con policías impunes y mejor armados.
Para enfrentar la represión, hay que retomar la fuerza y organización que hizo temblar al Gobierno y a toda la casta de políticos de la "cocina parlamentaria", que sostuvo a Piñera. Retomar el camino del paro nacional del 12 de noviembre, e impulsar una Asamblea Constituyente Libre y soberana, que entre otras medidas determine la disolución de esa nefasta institución que es Carabineros de Chile. | 
