“Espert, sos la gorra”. El comentario, fuerte pero preciso, lo hizo Nicolás del Caño en las redes sociales. ¿La razón? El economista liberal, ex candidato presidencial, había ido a apoyar la protesta policial de la Bonaerense a La Matanza.
Más temprano, en declaraciones a los medios, el economista liberal había defendido los reclamos de los uniformados. En declaraciones a Crónica TV había señalado que “el reclamo de la Policía lo consideramos válido. Ellos se juegan la vida todos los días en favor de la gente que está del otro lado de la cámara: un comerciante que no puede abrir su negocio por medio a que lo maten, un industrial que no se anima a abrir la fábrica por miedo a que lo maten”.
A renglón seguido, Espert había listado las demandas policiales que dispararon una protesta extendida desde el lunes por la tarde: más y mejores móviles: chalecos antibalas; vivienda.
El reclamo policial implica, además, un pedido de impunidad por parte de las fuerzas represivas. Uno de los 14 puntos en el petitorio elevado al Gobierno provincial plantea "basta de represalias (Sumarios, arrestos, desafectaciones y traslados como medidas de disciplinamiento)".
Este pedido de impunidad está directamente relacionado con la brutalidad policial, ls casos de gatillo fácil y la violencia institucional que ejercen cotidianamente.
En su discurso, Espert se ubica defendiendo a las fuerzas policiales contra "los delincuentes". Pero la Bonaerense está abiertamente ligada a todo tipo de negociados ilegales: redes de trata, desarmaderos, tráfico de drogas.
El gran delito es imposible sin la abierta complicidad y participación de las fuerzas represivas. | 
