En en un acto en la fábrica de cerveza Quilmes, el mandatario se refirió brevemente a la protesta de los uniformados: "Los conflictos no se resuelven andando en patrullero y tocando bocina" afirmó.
Más allá del rechazo, dijo que desde el Gobierno se harían cargo de solucionar el problema.
Más allá del rechazo del presidente, el envalentonamiento de los uniformados tiene su base en el propio plan securitario anunciado hace pocos días por el propio Fernández junto a Axel Kicillof. En el definieron destinar 12.000 millones de pesos, así como incorporar 10.000 nuevos efectivos a la misma Bonaerense. También plantean equipar con nuevo armamento y vehículos a esa misma fuerza.
Todo esto en los mismos días en que crece el discurso represivo desde el propio Gobierno contra las familias sin techo que ocuparon terrenos.
No parece casualidad que en este contexto de otorgar cada vez más poder a las fuerzas los uniformados se hayan amotinado por sus propios intereses. Recordemos que entre estos, además del pedido de aumento de haberes, se encuentra el de mayor impunidad, denominado en el pliego de reivindicaciones como "basta de represalias". |