Mañana es el día del maestro en homenaje a Sarmiento que falleció el 11 de septiembre de 1888. Puedo decirles sobre Sarmiento que es una figura controversial y muy importante en nuestra historia. Fue maestro, periodista, escritor y político, fue funcionario en muchas oportunidades y presidente en 1868. Lo conocemos como “el padre fundador de la educación” pública popular obligatoria y mixta, y también por su odio a los indígenas, criollos y a los gauchos a quienes calificaba como “bárbaros”. ¿Cómo podían congeniar cosas tan opuestas?
Bueno, digamos que fue un intelectual que representaba los intereses de una clase en formación, la oligarquía criolla. En un momento en el que comenzaba a consolidarse el capitalismo en nuestro territorio, pero a nivel internacional el mundo marchaba ya hacia el imperialismo y empezaba a estar en juego qué relación iba a tener este territorio con los países centrales. Sarmiento tenía como modelo de desarrollo económico el de los farmers norteamericanos que tenían parcelas de tierra que las trabajaban y vendían su producción. Él apostaba a que la élite porteña siguiera ese rumbo, apostando a la modernización autónoma capitalista. Pero finalmente ese proyecto fracasó, esa oligarquía que se volvía cada vez más poderosa, optó por hacer de nuestro país un apéndice de la industria inglesa, un territorio productor de materias primas dependiente del capital inglés.
Volviendo. Como les decía, en el plan modernizador de Sarmiento, la educación era para él un instrumento central que podía poner fin a la tradición colonial hispánica y fomentar en su visión la iniciativa ciudadana,por eso le dio tanta importancia. Por supuesto que se imaginaba esto sobre una población ideal que no era la que habitaba estas pampas, sobre los que habitaban este suelo tenía la peor de las opiniones, como les dije. Equipó y ayudó a preparar al ejército que luego bajo la presidencia de Avellaneda iniciaría la avanzada militar, la llamada “conquista del desierto”, y la matanza indiscriminada de comunidades originarias para hacerse de esas tierras.
Para ese impulso educativo que proyectaba, como había viajado por EEUU mientras estaba exiliado, decidió que lo mejor era implantar aca tambien el modelo educativo que se estaba desarrollando allá, a tono con el plan de país que tenía. Para eso logró que se vinieran a Argentina decenas de mujeres educadoras norteamericanas que cumplieron un rol importante en la creación de escuelas nuevas en nuestro país, en varias regiones del territorio.
Pero como les dije aquel plan de modernización y autonomía no iba a ser tal y el proyecto educativo también se transformaría. La tendencia al enfoque progresista y democrático que transmitían en muchos casos las educadoras norteamericanas, serían desplazados, ganando espacio una pedagogía normalizadora, desde el Estado, acorde al plan de país que se iba gestando. Todavía perdura esta visión en algunos sectores.
Por supuesto que en este proceso surgieron voces disidentes. Vamos a aprovechar la fecha para hacer un homenaje a algunas educadoras muy importantes de finales del siglo XIX y principios de siglo XX que se formaron en esas escuelas nuevas que había ideado Sarmiento y que cuando se convirtieron en educadoras lucharon por sus ideas, por sus derechos y por la educación.
La primera que quiero recordar es a Raquel Camaña que fue una de las primeras en querer incorporar la educación sexual en los planes de estudio y se oponía al encierro a los que se sometía a los niños pobres o huérfanos, creía que “había que educar más al que más lo necesita”. Por su puesto que recibió ataques y negativas a sus proyectos. Se reconocía socialista y en 1913 organizó con Julieta Lanteri el Primer Congreso del Niño donde pudo exponer sus aportes con una nueva mirada de la pedagogía.
Y la otra es Florencia Fossati que era mendocina y además de luchar por una renovación pedagógica que incluía una escuela laica, democrática y autogestiva fue dirigente de una de las primeras huelga masivas de maestras en su provincia que permitió que por primera vez las docentes se organizaran sindicalmente, reconociendo que las maestras también eran trabajadoras, rompiendo con la idea de que la docencia es una vocación de las mujeres porque continúa el rol maternal que se nos sigue asignando a las mujeres, y por ende, debían respetarse sus derechos.
Los invito a chusmear la sección de historia donde hay muchas notas y entrevistas sobre las diferentes facetas de Sarmiento y además habrá una nota especial este domingo en el semanario Ideas de izquierda. Y mi saludo y reconocimiento a todes les docentes que laburan comprometidos con les pibes, sostiene la educación a pesar de la crisis y el abandono del gobierno y luchan por un mundo mejor para las futuras generaciones. |