Mientras en toda la provincia se discute la grave crisis sanitaria que atraviesa, las y los trabajadores de limpieza y maestranza de los hospitales de Mendoza viven una angustiante situación. La precarización laboral no solo alcanza a las y los profesionales de la salud, que hace meses vienen luchando por el pase a planta y por mejores condiciones, sino que hay miles de trabajadores de limpieza que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad ante la crisis.
Ellos denuncian que no cuentan con la rotación horaria que está estipulada para las y los trabajadores de hospitales y centros de salud (y que tampoco se cumple para profesionales y técnicos de la salud), cuando están tan expuestos al contagio como el resto de los trabajadores. Además, ni siquiera se respetan sus propias jornadas laborales, cuando deberían tener 4 francos al mes, sino que trabajan con una carga horaria mucho superior, aumentando los riesgos de contagio. Justamente es que ante los contagios que se vienen sucediendo, son sus compañeros quienes se deben recargar de horas para cubrir el trabajo.
Hace meses habían denunciado que tampoco se respetaba la licencia de quienes se habían tenido que aislar por riesgo de contagio, sino que les hacían devolver las horas. Esta situación se mantiene y denuncian que hubo casos en los que "cuando mandé el certificado de que estaba aislado me clavaron el visto. A los dos días me mandaron un mensaje de que tenía 24 hs para presentarme a trabajar".
La sobrecarga de trabajo, por salarios que apenas superan los 20 mil pesos, no sólo les impide tener los francos correspondientes, sino que hay muchos a quienes se les niegan los días de vacaciones adeudados. "Muchas veces te avisan el mismo día que tenés franco. Incluso en algunas ocasiones te enterás cuando llegás al trabajo que ese día tenías tu franco", denuncia otro de los trabajadores.
La situación es crítica para miles de trabajadores y trabajadoras de todos los hospitales de la provincia, que tercerizados por una empresa privada, sufren la precarización laboral. Ellos también están en la primera línea garantizando el funcionamiento de los hospitales, pero para el Estado son los últimos. |