Israel y los dos Estados del Golfo de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin firmaron acuerdos negociados por Estados Unidos en la Casa Blanca el martes. Mientras se llevaba a cabo al ceremonia en los palestinos en la Franja de Gaza y la Cisjordania ocupada participaron en protestas denunciando que se condicionaba su derecho a la autodeterminación.
Proclamando que "habrá Paz en el Medio Oriente", el presidente Trump recibió este martes al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y a los ministros de relaciones exteriores de EAU y Bahrein en la Casa Blanca para supervisar la firma formal de nuevos acuerdos diplomáticos entre los países árabes y el hebreo.
Aunque se desconocen los detalles del "Acuerdo de Abraham", incluirá el establecimiento de las primeras embajadas en los países de cada uno. Israel y los EAU anunciaron recientemente el inicio de los primeros vuelos comerciales entre ellos, mientras este paso ya lo había dado Baréin en 2019. La oposición política de Netanyahu en Israel lo criticó por no revelar todos los detalles del acuerdo antes de la ceremonia, que según sus funcionarios es debido a la "sensibilidad de la redacción". Israel había acordado suspender los planes para anexar grandes partes de Cisjordania ocupada como parte del acuerdo con los EAU. Pero durante las últimas semanas, Netanyahu ha subrayado repetidamente que todavía se está considerando la anexión.
Tanto la Autoridad Palestina (AP) como el movimiento islamista Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, han condenado los acuerdos negociados con la tutela de Estados Unidos como una "puñalada por la espalda" a su pueblo. El lunes, el primer ministro palestino Mohammad Shtayyeh describió los acuerdos como otro "día negro" para el mundo árabe. "Esta será otra fecha para agregar al calendario de la miseria palestina", dijo , y agregó que la Autoridad Palestina tendría que "corregir" su relación con la Liga Árabe por su negativa a condenar los dos acuerdos de normalización alcanzados en el último mes.
El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, quien estaba en Beirut para una reunión con secretarios de facciones palestinas el martes, dijo al presidente Mahmoud Abbas en una llamada telefónica que todas las facciones palestinas estaban unidas contra el Acuerdo y que “no permitirán que la causa palestina sea un puente por el reconocimiento y normalización con la potencia ocupante a costa de nuestros derechos nacionales, nuestra Jerusalén y el derecho al retorno ”.
Un día de “levantamiento popular”
Tanto en Cisjordania ocupada y Franja de Gaza como en la ciudad de Washington, Estados Unidos, miles de personas se manifestaron contra la firma del Acuerdo, promovido por el presidente norteamericano Donald Trump, como parte de su campaña electoral de reelección.
Un nuevo grupo de la sociedad civil que representa a varias facciones palestinas llamó a "un día de levantamiento popular" este martes para coincidir con la firma del Acuerdo. Este grupo, llamado Liderazgo Palestino Unido para la Resistencia Popular (UPLPR por sus siglas en inglés), se formó luego de la reunión entre líderes de todas las facciones políticas palestinas en Beirut, la capital libanesa, la semana pasada.
En su primera declaración, el grupo pidió protestas en todo el país, denominadas "el día negro", en los territorios palestinos para exigir que se caiga el llamado "Acuerdo del Siglo" o también conocidos como los “Acuerdos de Abraham” y que termine la ocupación israelí.
También pidió otro día de protestas, denominado "día de duelo", el viernes, durante el cual se izarán banderas negras para expresar el rechazo al acuerdo de normalización. Las protestas comenzaron a las 11 de la mañana del martes en Hebrón y Tulkarm, Cisjordania, con carteles que denunciaban la normalización y pedían la unidad árabe contra la ocupación.
En Hebrón, estallaron enfrentamientos entre jóvenes palestinos y fuerzas represivas israelíes en Bab al-Zaweya al final de una manifestación. Fahmy Shaheen, representante de las Fuerzas Nacionales e Islámicas en Hebrón, dijo que las protestas en su ciudad expresaban “la ira por el enfrentamiento casi diario entre los pobladores palestinos y los colonos israelíes y las fuerzas del ejército debido a la continua expansión de los asentamientos en la histórica ciudad”. Las ciudades de Nablus, Jenin y Gaza también fueron testigos de protestas a partir de las 11 de la mañana, mientras cientos marchaban contra la reunión en la Casa Blanca.
En Washington, estaba previsto que 50 organizaciones estadounidenses, palestinas, árabes e islámicas participaron en una protesta frente a la Casa Blanca coincidiendo con la firma de los acuerdos de normalización con Israel por parte de EAU y Baréin. Los manifestantes afirmaron su rechazo a la normalización mientras el pueblo palestino permanezca bajo el colonialismo israelí.
El presidente del Consejo Palestino Americano (PAC), Ghassan Barakat, dijo que “esta protesta tiene como objetivo rechazar la conspiración contra el pueblo palestino; su causa y los derechos nacionales”, criticando la participación de algunos países árabes como una ofensa a la causa palestina.
Dijo que “la protesta tiene como objetivo llamar la atención del mundo y los medios de comunicación que cubren la firma del acuerdo de normalización, sobre el sufrimiento del pueblo palestino como resultado de la injusticia, el desplazamiento, las matanzas y el robo de sus recursos naturales por el estado de ocupación israelí”. “Nuestro mensaje a los firmantes de los acuerdos es que la bandera palestina no caerá y que Palestina continuará la lucha hasta su liberación”, dijo.
Las facciones palestinas en el Líbano también organizaron protestas durante este martes para condenar el acuerdo. Mientras que en Baréin varias organizaciones firmaron comunicados repudiando el Acuerdo.
¿Pax o campaña trumpeana?
En la ceremonia en la Casa Blanca, Trump promovió el Acuerdo como el "amanecer de un nuevo Medio Oriente" añadiendo que, "Es un día muy importante para el mundo; es un día muy importante para la paz". Un mensaje que muestra las intensiones de delinear Medio Oriente en función de sus propios objetivos “en casa”.
Como vemos, Trump han sugerido que Arabia Saudita siga los pasos de sus vecinos del Golfo para normalizar las relaciones con Israel. Aunque Riad ha dicho que apoyaría la iniciativa de paz árabe con Israel, recientemente manifestó apoyar al pueblo palestino y todos los esfuerzos destinados a alcanzar una “solución justa” y completa al problema palestino donde el Acuerdo actual condiciona los objetivos de construir un Estado palestino. En la misma línea, Qatar dijo no normalizaría las relaciones con Israel.
Hilando fino, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos jamás libraron guerras contra Israel, a diferencia de Egipto y Jordania, que firmaron tratados de “paz” con Israel en 1979 y 1994 respectivamente. En este sentido, los Acuerdos actuales no tienen más que un manto electoral para Trump, e intentar salvar el pellejo a Netanyahu, y los Estados árabes proteger sus negocios frente a la influencia iraní.
En Washington, Trump ha reivindicado los acuerdos como un logro histórico negociado por su administración, cuando quedan pocas de las elecciones estadounidenses. Mientras que miles de jóvenes se movilizan contra la vilencia policial, se agudizan las tensiones raciales y enfrenta desastres naturales.
Sin embargo, la Pax trumpeana puede avivar un rechazo masivo de las masas árabes que aún levantan las banderas palestinas. |