Foto: Sebastián Linero - Enfoque Rojo
Buen día amigues
Latinoamérica transitaba la llamada “década pérdida”. En 1986, Os Paralamas do Sucesso, del vecino Brasil, dio a conocer su tercer álbum: Salvaje? (Selvagem?). Uno de los temas que más se escuchó en estas pampas fue Inundados (Alagados) que, a pesar del tono musical alegre, describía una realidad dura: “villas miserias, trapos, hijos de la misma agonía”. Río de Janeiro, la ciudad de “brazos abiertos de tarjeta postal”, era, a la vez, la que negaba oportunidades a sus propios hijos. Os Paralamas también mencionaba Trenchtown, en Kingston, Jamaica, barrio en el cual, al descansar sobre una roca, Bob Marley veía “mares de opresión”.
El derecho a la ciudad
Como en América Latina, el fenómeno de toma de tierras tiene larga data en Argentina. Pero varios investigadores identifican que se observa un nuevo patrón, que adquiere una nueva dimensión, a partir de la última dictadura cívico militar. Casi cuatro décadas pasaron de avance de los asentamientos hasta que, en mayo de 2017, por Decreto 358 se creó el Registro Nacional de Barrios Populares en Proceso de Integración Urbana (RENABAP). El Decreto lo firmó Mauricio Macri.
El 29 de octubre de 2018 el Congreso aprobó la Ley 27.453 que establece un Régimen de Regularización Dominial para la Integración Socio Urbana para los barrios del RENABAP. El proyecto de ley fue impulsado por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) e ingresó al Congreso con la firma de diputados de Cambiemos. En la Cámara de Diputados obtuvo 194 votos a favor, cero negativos y cero abstenciones.
De esta forma, se reconocieron 4416 barrios que son habitados por más de 4 millones de personas: alrededor del 10 % de la población del país. Esa cantidad de gente supera la población de las provincias de Santa Fe y Córdoba. Se trata de barrios que en el pasado iniciaron su precaria urbanización del mismo modo en que hoy se desarrolla en la toma de Guernica y en otras tantas que tienen lugar en el país.
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