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Nordelta y las apropiaciones de tierras de las que nadie habla
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Mientras millones no tienen un techo, los countries crecieron con favores del Estado, empezando por la dictadura. Entrevista a Ricardo Green, urbanista y sociólogo chileno, especialista en barrios privados. |
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Link: https://www.laizquierdadiario.com/Nordelta-y-las-apropiaciones-de-tierras-de-las-que-nadie-habla
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Aquí algunos fragmentos de la entrevista en Alerta Spoiler. Podés verla completa en nuestro canal.
“Muchas veces los countries no son ilegales aunque tienen ilegalidades. Pero no han sido el fruto de planificaciones democráticas y participativas, sino de negociaciones internas entre empresarios y gobiernos. Son apropiaciones de papeles sucios y no hechas por personas que se apropian de la tierra para vivir sino que lo hacen para hacer negocios con ellas”.
“Nordelta comienza en el 70, con un empresario Astolfoni, que tiene algunos papeles sucios, con relaciones con la dictadura militar. Compra tierras a un precio muy barato, un negocio apuntalado por el Estado. El neoliberalismo clama por menos Estado pero necesita más de Estado para estos proyectos. Con Costantini se vuelve un proceso cerrado, que mueve 24 millones de metros cúbicos de tierra, que eran humedales”.
“El primer problema es que no son terrenos habitables. Que el Estado debería resguardar. Se vendieron a bajo precio. Luego en 1977 el Estado permite los countries, cediendo parte de su gestión del territorio. Barrios que son exclusivos y excluyentes”.
“El negocio es comprar tierras baratas y venderlas más caras. Hoy un lote sale 250 mil dólares. Pero además luego se pide al Estado infraestructura: alcantarillas, rutas, luz…”
“Nordelta ha causado y causa problemas de inundaciones en los terrenos vecinos. El agua corre hacia afuera”.
“En Argentina y Chile hemos aceptado que mucha gente no tenga viviendas. En Argentina hay 4 millones de personas con problemas habitacionales. Sin techo, con hambre. Y cuando se organizan para salir entonces vienen y las expulsan. Kicillof decía “el que pone un pie en un terreno que tiene dueño, va preso”. Entonces es una cárcel, porque no hay soluciones estatales ni se permiten de las propias comunidades”.
“Nadie le consultó a los vecinos si querían la transformación de 1600 hectáreas naturales, al lado suyo, en un barrio exclusivo”.
“Hay mucha paradoja en los discursos. Así como hubo la campaña del desierto está la campaña del suburbio. Nordelta tiene ese discurso de “acá no había nada”. Cuando nosotros llegamos “acá no había nada”. Es una anulación de lo natural. Y ven “lo nuevo” como algo benéfico”. El gran relato es que se van a vivir para que sus hijos puedan vivir como ellos vivían antes. Y vi barrios donde la junta de vecinos prohibió a los chicos juegan afuera. Sus vidas son muy monitoreadas por las fuerzas que contratan. Todo es una gran ficción para construir un espacio apropiado, para ellos confortable, pero en base a microviolencias para ellos invisibilizadas”. |
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