En el marco de los motines de la Policía Bonaerense que tuvieron lugar la semana pasada con un atrincheramiento armado y bombas molotov incluidas, a las afueras de la Quinta de Olivos, diversos sectores sociales salieron a repudiar a través de los medios de comunicación y las redes sociales el accionar policial. Muchos fuimos contundentes en la denuncia, pero otros más tímidos abrieron el debate sobre si deben ser tratados como parte de la clase trabajadora y como consecuencia estar sindicalizados. La conducción (MILES y CEPA-PCR) de la Federación Universitaria del Comahue (FUC), se ubicó con esta segunda posición, repudiando el método utilizado por la policía pero legitimando su reclamo. Queda más claro por qué ni la Federación ni ninguno de los Centros que conducen las mismas fuerzas participaron de las movilizaciones por la aparición con vida de Facundo, y luego en reclamo de justicia cuando encontraron su cuerpo. A su vez, tampoco dicen nada de los reclamos de miles de familias sin techo que están tomando terrenos en todo el país, ni se han pronunciado en contra de las represiones organizadas por el Frente de Todos con la Policía Federal y la Bonaerense en la PBA, e impulsadas desde el municipio de Centenario, a pocos kilómetros de la ciudad de Neuquén.
En los casi 6 meses desde el inicio de la cuarentena,la FUC ha desarrollado débiles acciones vinculadas a necesidades puntuales de les estudiantes en relación a la exclusión que implica para la mayoría la virtualidad en las cursadas y mesas de exámenes. En casi todas las facultades que dirigen los centros de estudiantes, siquiera han llamado a asambleas. Priorizaron las instancias de reunión virtuales a “puertas cerradas” con las autoridades, sin generar espacios abiertos de discusión para que los y las estudiantes podamos ser parte de las decisiones. Ni hablar de su negativa a impulsar un verdadero plan de lucha para que la universidad esté al servicio de las necesidades de la comunidad durante la pandemia, mientras atravesamos una de las crisis económicas más grandes de la historia del país con cientos de despidos, crisis sanitaria por un sistema de salud que empieza a colapsar, y crisis social en la que miles de familias que lo perdieron todo en ésta cuarentena, en una completa situación de desesperación están peleando por un pedazo de tierra para vivir, con constantes amenazas de desalojo por parte de los gobiernos.
Dime con quien andas
El dia 9 de septiembre, la FUC reprodujo un escrito de la Federación Universitaria Argentina (FUA) -conducida por Franja Morada- en su página de Facebook:
“Repudiamos el método con el que parte de la Policía Bonaerense está llevando adelante sus reclamos salariales. Los conflictos deben ser dirimidos por las vías institucionales. Quienes pretendan utilizar un reclamo legítimo con intenciones desestabilizadoras, tienen que ser repudiados por todos los que defendemos las banderas de la democracia. El diálogo es el único camino para lograr soluciones que nos permitan sacar a nuestro país adelante. Llamamos a la búsqueda de una salida pacífica y a la unidad nacional en este difícil contexto. Federación Universitaria Argentina (FUA)”, expresaban en la publicación de su cuenta oficial de Facebook.
Nunca seré policía
Somos miles los y las estudiantes que no nos sentimos identificadas con ese comunicado y aún así es la posición “oficial” de la Federación que supuestamente representa a todos los y las estudiantes del Comahue. En este contexto de crisis que cada día se agrava más junto a la represión policial que le garantiza a los gobiernos el “orden social”, sabemos bien que quedarse en casa es ya una salida para quienes pueden hacerlo, mientras millones tienen que seguir laburando o salir a buscar alguna changa o defender un pedazo de tierra para sus familias. Con más cana quieren acallar a los sectores sociales que venimos reclamando por basta de despidos y de recortes salariales, que bancamos a las miles de familias que en su desesperación por no tener donde vivir junto a sus hijes, por verse en la situación de elegir si comer o pagar un alquiler, se encuentran asentados en tomas de terrenos, producto de la problemática habitacional histórica que se despliega de forma recrudecida en el marco de la coyuntura actual.
Sin ir más lejos, en estos días se dio a conocer la situación de una estudiante de la carrera de contador público de la UNCO, de 22 años de edad, que se vio obligada a asentarse en una “toma” en Centenario por no poder seguir pagando el alquiler, resultado de perder su trabajo en el contexto de la pandemia, y de alguna manera poder así seguir estudiando. Como este caso tomó repercusión, rápidamente las autoridades buscaron una respuesta ofreciéndole un lugar en las residencias universitarias, sin embargo esto debería ser una garantía para todos los y las estudiantes que están en las mismas condiciones y no sucede así en la realidad. Insistimos en la responsabilidad que tienen no solo la institución académica, sino también los centros de estudiantes y la FUC sobre la realidad que atañe a la juventud estudiantil del Comahue. Es importante dejar de mirar para otro lado ante estas problemáticas estructurales que nos atraviesan, como los casos de gatillo fácil, la violencia policial, el problema de la vivienda, los despidos y la explotación laboral, las desigualdades en el acceso a la salud y a la educación, etc.
Una pelea por recuperar los centros y las federaciones estudiantiles
Los centros y las federaciones que intervienen en el movimiento estudiantil deben estar al pie del cañón a la hora de luchar junto a la clase trabajadora, planteando una salida de fondo y enfrentando a la derecha, movilizades en las calles con todos los recaudos necesarios, saliendo a repudiar no solo el accionar policial sino también la ilegitimidad de sus reclamos. Denunciar, además, la rápida respuesta que le dio el gobierno de Fernandez y Kicillof a las fuerzas represivas, cediendo a un chantaje armado, queriendo salvarse de las críticas por esta acción detrás del discurso de supuestas acciones golpistas y desestabilizadoras apoyadas por la oposición de Cambiemos, cuando no se les ha dado ninguna respuesta a les trabajadores de la salud que están en la primera línea enfrentando la pandemia, les laburantes y la juventud precarizada y estudiantil. Pero esto es imposible mientras quienes dirigen estas organizaciones sean aliadas del gobierno nacional o de la oposición macrista.
En este sentido, urge recuperar dichas organizaciones que podrían jugar un rol central en el escenario social como verdaderas herramientas de organización y lucha, se pronuncien a favor de las familias que están tomando terrenos, porque la vivienda es un derecho y NO un delito, y también en contra del fortalecimiento de las fuerzas represivas.
Por eso, desde el Centro de Estudiantes de Humanidades de la UNCO lanzamos una campaña de colecta de alimentos, ropa, artículos de higiene y limpieza, pañales,etc., por el derecho al acceso a la vivienda, donde invitamos a colaborar a toda la comunidad universitaria y en general, y así rodear de solidaridad de clase a estas familias que se ven obligadas a elegir entre pagar un alquiler o poder darle de comer a sus hijes, con los gobiernos provinciales, municipales y nacional que no dan ninguna respuesta al problema habitacional, sólo criminalización y palos, de la mano de la policía que se encarga de las represiones y desalojos. Estamos recibiendo alimentos y ropa, mientras seguimos impulsando la campaña de apoyo. Sumate a impulsar esta campaña. Hoy más que nunca necesitamos la unidad entre trabajadores, ocupades y desocupades y estudiantes.
¡NO a los desalojos! Plata para vivienda, salud y educación, NO para represión.
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