En la Argentina actual, donde son miles las familias que pelean por un techo para vivir con sus niños (muchos son nuestros estudiantes), los compañeros de la Lista Verde (OS) se negaron a hacer público un pronunciamiento en repudio del desalojo que ocurrió en Victoria, donde 20 familias fueron desalojadas del predio por la Policía Federal y la Gendarmería. Se pronunciaron recién el 22/9, es decir, 10 días después del desalojo y luego de numerosas propuestas de la Lista Marrón.
Estas 20 familias, entre las que se encontraban niños y ancianos, fueron trasladados en camiones del municipio de San Fernando que gobierna Andreotti del Frente de Todos. Algunas de esas familias pertenecen a las comunidades educativas del Barrio de Los Troncos y de otras escuelas del distrito de Tigre.
Desde la Lista Marrón-PTS, ya habíamos propuesto en la asamblea del 7 de septiembre que una delegación del SUTEBA se acerque a llevar sus solidaridad con estas familias que buscaban una salida desesperada al problema de la vivienda. Pero desde la Lista Verde (OS), roja, y roja-negra votaron en contra con el argumento de que lo iban a coordinar con el Espacio de Trabajadores de Zona Norte, lo cual están en su derecho de hacer, pero ¿por qué someter una asamblea a las decisiones de otro espacio con menor representación que una asamblea de sindicato?
Y por otro lado, en los hechos, nunca fueron. Incluso, desde La Marrón nos acercamos el día 10 de este mes y les avisamos a los compañeros del CES la situación acuciante de las familias, que se encontraban sin poder acceder a víveres ni agua, porque la jueza había impuesto una orden criminal para quebrarlos por hambre.
Luego de eso fue el desalojo, en el que compañeras de la Marrón nos hicimos presentes, avisandoles a los compañeros para que puedan acercarse a traer la solidaridad como directiva del sindicato y enviando propuesta de comunicado para hacer pública la situación y que toda la docencia se entere, dando difusión a ese hecho aberrante en el que sacaron a familias enteras con niñes en camiones de basura, en medio de la noche.
Ni se acercaron, ni tampoco sacaron el comunicado. Consideraron que una frase perdida en medio de las resoluciones de la asamblea del 7 de septiembre que se pronunciaba contra los desalojos en general era suficiente.
¿Por qué negarse a difundir ampliamente que se está produciendo un hecho terrible como un desalojo violento a los más pobres? ¿Por qué no convocar a que sean les docentes, con sus guardapolvos las que rodeen de solidaridad las tomas?
Imaginense, si se hubiese convocado rápidamente, si se hubiese publicado en el FB del SUTEBA Tigre, si todas las agrupaciones hubiésemos llamado por teléfono a los delegados y hubiésemos sido varias decenas de guardapolvos ahí, con nuestros alumnos, frente a la policía, contra el desalojo.
Hubiese sido un problema mayor para el gobierno y la justicia avanzar. Ese es un pequeño ejemplo del poder que tiene si unimos las peleas y si ponemos los sindicatos al servicio de eso.
Pero se separa, porque lamentablemente, los compañeros de OS tienen una concepción distinta de los sindicatos. Solo por eso, podemos explicar este accionar, mismo motivo por el cual llegaron a votar en contra de que el sindicato se abra para juntar donaciones para las familias de las escuelas a propuesta de nuestra compañera delegada de la ES41 al comienzo de la pandemia.
Por eso no es casual que la agrupación Verde que impulsan los compañeros OS, tenga en sus filas gente que defiende a Kicillof, responsable de lo que está pasando, que se sacó la careta de progresista y le muestra los dientes a los más pobres como en Guernica amenazando con desalojarlos mientras le da guita a la policía que desapareció a Facundo Castro.
Nosotros no cuestionamos en absoluto lo que cada compañero docente individualmente pueda votar o pensar y entendemos que hay muchos compañeros de las escuelas que aún tengan expectativas en el gobierno, aunque no lo compartimos, para salir a luchar no le miramos la camiseta a nadie.
Pero estamos hablando de las agrupaciones que integran la directiva de un sindicato, que conforma el frente multicolor y las consecuencias de una política de separar las peleas sindicales, económicas, inmediatas de las políticas; de separar la pelea de los sindicatos en defensa de sus afiliados, del resto de la clase.
Y esto, va en sintonía con que hayan llegado a integrar listas de la propia burocracia como lo hcieron durante muchos años en ATE-INTI.
Esta política de dividir a los trabajadores de la educación de los más pobres es criminal en el marco de que hoy en la Argentina la pobreza ya llega al 44,7% de la población y el 62,9% son niños. La desocupación es del 13,1% alcanzando a 2.3 millones de personas; mientras los salarios de los ocupados se deterioran cada vez más.
La crisis social va en aumento y tenemos que preguntarnos, cuál es y cuál será el rol que pueden cumplir los sindicatos recuperados de las manos de la burocracia sindical.
Considerar que los sindicatos pueden limitarse a la defensa de sus afiliados sin buscar unir la pelea del conjunto de la clase trabajadora será llevarlos a un callejón sin salida, porque frente a una crisis de magnitud nadie se salva solo.
Llamamos a los compañeros a que revean esta posición.
Creemos que, aunque tardíamente, haber hecho un pronunciamiento público contra los desalojos y en apoyo a las familias de Guernica que están siendo amenazadas por la justicia, el Estado y sus fuerzas de seguridad, es un primer paso.
Sobre esta base, llamamos a que esta solidaridad se haga efectiva, que el sindicato se ponga a disposición de organizar a cientos de docentes que abracen esta pelea, que realicen colectas juntándose lo recaudado en la seccional y nos hagamos presentes con delegaciones, para fortalecer la pelea por tierra y vivienda.
Contra la idea de que puede haber pelea por sindicato, o que los trabajadores “en blanco” no tienen nada que ver; tenemos que dar una pelear explicando y convenciendo de que si logran derrotar y pasar encima de los más pobres, irán más duro contra el salario y las condiciones de trabajo de los que aún lo conservan. Mucho más duro que ahora donde ya vivimos peor que hace algunos meses.
La pelea tiene que ser de conjunto, empezando por la defensa de los más explotados, que en el caso de la docencia hay una ligazón profunda porque son en muchos casos las familias y estudiantes de nuestras escuelas.
Para esto peleamos por métodos democráticos en los sindicatos, para transformarlos y que sean una fuerza verdaderamente arrolladora a la altura de enfrentar la crisis que se profundiza, uniendo al conjunto de los explotados, e impulsando la autoorganización de los trabajadores sobre la base de la democracia sindical.
Y parte de construir esta fuerza es lograr romper con la pasividad cómplice de la burocracia sindical, que está sumida al gobierno como vemos día a día con la celeste de Yasky y Baradel y arrancarla de sus sillones. |