La autora británica J.K. Rowling sigue dando muestras de su transfobia a pesar de que públicamente ella ha negado querer discriminar a la comunidad trans. Pero no discriminar implica más que un rechazo nominal, sino una actitud que no repita estereotipos negativos con la intención de presentarlos como algo nocivo hacia la sociedad. Tristemente esto último es lo que ha hecho la escritora.
Se trata de la serie de libros de Cormoran Strike, el detective que protagoniza la saga escrita bajo el pseudónimo de Robert Galbraith. Ya anteriormente habíamos mencionado un incidente de esta serie con una connotación transfóbica:
En el segundo libro de la otra serie que ha escrito, titulado El gusano de seda (The Silkworm), a un personaje que se identifica como mujer trans la amenazan con mandarla a la cárcel (de varones), donde otros hombres la violarían.
Ahora, en la quinta entrega, titulada Troubled Blood, Cormoran Strike deberá investigar el caso de un asesino en serie (varón) que se disfraza de mujer para asesinar a otras mujeres. Este elemento no es sino una repetición de uno de los estereotipos negativos más asociados a la comunidad trans, que es el argumento de que las mujeres trans solamente se identificarían como tal para acceder a espacios de mujeres (por ejemplo, un baño) y poder abusar de ellas, dejando de lado que dentro de esta comunidad existen distintas preferencias sexuales y por las cuales ello no sería una razón para que una persona decida cambiar de género.
Evidentemente la publicación de dicho contenido fue ampliamente repudiado en redes sociales, muchos incluso señalando lo extraño que es que Rowling, usando un pseudónimo de hombre, haya escrito un libro con un asesino que se disfraza de mujer. Pero ello no detuvo a la autora, quien recientemente promocionó una playera con la leyenda "esta bruja no se quema".
"A veces una playera solamente te llama a ti", tuiteó. Pero el problema vino una vez los internautas vieron qué otros productos ofrece la tienda que está detrás de la playera que promociona Rowling. En ella, se pudieron observar distintos productos profundamente transfóbicos.
Entre la mercancía discriminadora de la tienda se encuentran botones que leen "las mujeres trans son hombres", "los hombres trans son mis hermanas", "transición = terapia de conversión" (nuevamente haciendo falsa equivalencia entre un procedimiento de tortura psicológica con la identificación de género de una persona), "a la verga con tus pronombres" (fuck your pronouns), "lamento lo de tu verga, hermano" (sorry about your dick, bro), "deroguen la GRA" (Gender Recognition Act, ley de reconocimiento de género, la misma contra la cual se pronunció una investigadora que Rowling defendió), "la mujer no es un disfraz", etc.
La tienda está administrada por Angela C. Wild, una activista feminista TERF que considera que las identidades trans "son parte de políticas misóginas que priorizan los intereses de los hombres".
Rowling ha posado con políticas progresistas, pero ello recae más bien en algo performativo. Es el caso, por ejemplo, de que se rehúse a defender la causa palestina por considerarla "antisemita", lo cual parece estar ligado a no querer aparecer como prejuiciosa contra los judíos luego de que varios en internet señalaran las implicaciones de retratar como banqueros a los duendes con narices ganchudas que administran Gringotts en el universo de Harry Potter. Lo mismo ocurre con su discurso "anti-trans" mientras da plataforma a gente que se opone al reconocimiento de género de esta comunidad.
Pero no caigamos en ingenuidades. El discurso de odio (como el que Rowling permite que tenga plataforma) no es simple retórica, sino que tiene consecuencias. Repetir clichés, estereotipos, acusaciones, etc., hacia una comunidad vulnerable e históricamente excluida mantiene esa exclusión en los espacios sociales y el acceso a derechos básicos como la salud, la seguridad social, la educación, etc. Por eso, desde La Izquierda Diario nos oponemos a cualquier tipo de expresión que discrimine a las personas sobre la base de sus creencias, identidades, preferencias, origen étnico, racial, nacional, etc. |