Organizaciones y activistas ambientales se sumaron a la convocatoria de Fridays For Future para unirse a la 6a huelga mundial por el clima. Debido a la situación de la emergencia sanitaria en la Ciudad de México (CdMX), la mayoría de las actividades serán convocadas en forma virtual.
Aún así activistas y organizaciones civiles se reunieron en la mañana de este viernes afuera de Palacio Nacional, mientras se llevaba a cabo la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para protestar contra la imposición de megaproyectos ecocidas como el Tren Maya, y por una "recuperación verde" para México.
Algunas de las actividades que se realizarán serán un foro sobre las personas más afectadas por la crisis climática, además de tuits masivos para exponer el peligro de las consecuencias del cambio climático. A la convocatoria de la CdMx, se sumaron ciudades como Cuernavaca, Tijuana y Colima.
El movimiento Fridays For Future fue iniciado por la activista Greta Thunberg a finales de 2018, durante el año pasado hubo manifestaciones masivas en todo el mundo movilizando a más de 7 millones de personas, este año se aclaró que las convocatorias locales se adaptarán a la situación de la pandemia.
En países como Australia, organizaciones estudiantiles llamaron a repudiar gobiernos negacionistas como el de Scott Morrison, que fue una de las causas de la tragedia de los incendios forestales a principios de año, por otro lado, en Estados Unidos, las convocatorias convergerán con el movimiento #BlackLivesMatters exigiendo justicia por las poblaciones más vulnerables.
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En Latinoamérica, la principal demanda será contra las políticas extractivistas que impulsan gobiernos como el de Jair Bolsonaro, quien, además de ser un acérrimo negacionista, ha abierto a la inversión privada la Amazonia, lo cual ha ocasionado severos daños a uno de los reservorios de biodiversidad más importante del mundo.
Empresarios, junto a los Estados capitalistas, demostraron que no tienen ningún interés en detener el cambio climático. Los gobiernos, más allá de su color político, privilegian los negocios de estas empresas por encima de la conservación de la naturaleza y la salud de millones de personas.
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