A pesar de la lluvia, el espacio permitió manifestar la necesidad de organizar la bronca acumulada por la juventud precarizada de las empresas de plataformas digitales. La indignación frente al desinterés que estas empresas muestran por las condiciones de sus trabajadores y trabajadoras es compartida. Desde el riesgo del contagio de covid-19, hasta accidentes mortales, son jóvenes repartidores quienes están más expuestos, mientras que los dueños de Rappi, Uber Eats o Glovo se vuelven más y más ricos en la pandemia.
Para enfrentar la precarización laboral es necesario sumar a más repartidores y repartidoras a los espacios de organización, preparando asambleas cada vez más amplias. El llamado a pelear por el reconocimiento de la relación laboral entre los mal llamados "colaboradores", por seguros en caso de accidentes y robos, también implica mayores esfuerzos por espacios democráticos de discusión entre trabajadores y trabajadoras de reparto de las diferentes aplicaciones.
Por otro lado, el Ministerio de Trabajo ya ha demostrado ser insuficiente, al tiempo que las empresas cierran cualquier posibilidad de conciliar, que involucre a sus trabajadores. La estrategia, por lo tanto, debe considerar el balance de las acciones de presión, tal y como mostraron repartidores de Uber Eats en Coronado semanas atrás.
En el espacio se presentaron militantes de organizaciones de izquierda como el NPS, la JO y OS. Es importante para el conjunto de las agrupaciones de izquierda seguir sumando esfuerzos para poner en pie una organización de trabajadores y trabajadoras precarizadas capaz de enfrentar las condiciones impuestas por las empresas y toleradas por el Gobierno. |