Gustavo Leguizamón nació en la ciudad de Salta un 29 de Septiembre de 1917 y murió dos días antes de cumplir 83 años. Es una figura icónica del folklore local y, sobretodo, una figura universal.
Hoy el Cuchi cumple años. Nacido en los pagos salteños un 29 de septiembre de 1917, figura icónica del folclore local, transcendió toda frontera para convertirse en una figura universal. Y murió un 27 de septiembre, allá por el 2000.
Venía del seno de una de las familias tradicionales de la provincia, hijo de José María Leguizamón Todd y María Virginia Outes Tamayo. Y descendiente de Doña Martina Silva de Gurruchaga, criolla que peleó en la Batalla de Salta y que es considerada "heroína de la Independencia".
Desde muy chico incursionó en la música y se recibió de abogado en La Universidad Nacional de La Plata. También fue diputado provincial y profesor de Historia y Filosofía.
Fue un personaje clásico de las calles salteñas y de sus noches de bohemia guitarrera. Él es el creador anónimo que todos conocen y alguna vez cantaron. Es la estatua que lo inmortaliza en la calle Caseros, al frente de la Plaza 9 de Julio, que cualquiera que transite la provincia conoce.
Y es la fascinación que, como en mí, despierta su obra. Una vez que la conocí, no pude más que abrazarla con amor.
Pianista y compositor autodidacta, también poeta, fue el creador del famoso Dúo Salteño integrado por Chacho Echenique y Patricio Jiménez. Dos grandes voces que eternizaron muchas de sus creaciones.
Pero ante todo, el Cuchi fue un buscador irreverente de originalidad, transformación y evolución de la música popular. Contraponiéndose a las clásicas concepciones de lo “tradicional” en la música folklórica, el arte y la cultura.
El Cuchi es bellísimo por dónde se lo mire. Innovó las formas musicales influenciado por la música clásica, compositores brasileros y el jazz.
En sus propias palabras, alguna vez dijo que "la gente cree que el folklore es un montón de cosas muertas, pero se olvida que la música es vida. Lo que sucede es que a la gran música nacional debemos alimentarla con una gran música popular".
En esa búsqueda se encontró con el poeta Manuel José Castilla, desde muy joven su amigo. Este debe ser uno de los encuentros más mágicos de la música salteña, argentina y latinoamericana. Sin exagerar en esto.
Juntos compusieron obras como "La Pomeña", "Balderrama", "Cantor Del Obraje", "Zamba de Juan Panadero" o "La Arenosa" que invita a tomar una copa de vino mientras su letra nos traslada a los paisajes cafayateños.
Aquí dejo algunas versiones de temas para celebrar su paso por este mundo y su legado. Que las disfruten tanto como yo.