Septiembre registró al menos 2 arribos oficiales, de las y los soldados del Ejército Mexicano en su llegada a ciudad de Juárez, el viernes 4 de septiembre con 300 elementos, documentado en la prensa local y el viernes 25 de septiembre con 350 más, promovido desde las redes sociales del alcalde juarense Armando Cabada.
Trascendió que 1 año atrás, en el mismo mes de septiembre, el Movimiento en contra la Militarización en ciudad Juárez, realizó acciones denunciando la incursión de más militares al estado; “Anuncian Manifestación contra militarización en la frontera Juárez-El Paso, Texas” .
A todas luces, se manifiesta el respaldo y continuidad de los gobiernos, incluido el de la 4T, a la política de militarización exigida desde los Estados Unidos, que comenzó como una nueva fase de violencia, en la llamada “Guerra contra el Narco” del panista Felipe Calderón Hinojosa en el 2006, continuada por el priista Enrique Peña Nieto en 2012, extendida y reforzada en nuestros días, por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, bajo el nombre de Guardia Nacional.
Su función según se dijo será ayudar a las autoridades municipales coludidas e incapaces de contener la violencia en el estado, arribando a la fronteriza ciudad Juárez a principios del mes, en donde también construirán 3 nuevas bases militares, en puntos “estratégicos” de la ciudad.
Como hemos visto, una y otra vez, los elementos de la Guardia Nacional no vienen a protegernos ni cuidarnos, vienen a contener por la vía de las armas, el creciente descontento de las clases trabajadoras del campo y ciudad, derivado de las políticas privatizadoras y herencia del Neoliberalismo, cruzadas por la reciente crisis de salud y económica por la pandemia Covid-19.
Esto quedó evidenciado con el asesinato de Jessica y el maltrecho en salud de su marido Jaime, debido a los disparos recibidos de parte de los elementos de la Guardia Nacional, cuando reprimió a principios del mes, a los manifestantes y agricultores que se atrincheraron en la Presa la Boquilla, logrando expulsar a los militares de la presa.
¡Sí, así es! Estamos hablando de la misma Guardia Nacional que es continuidad del Ejército represor de Atenco y Oaxaca en 2006, y responsable de la desaparición de los 43 Normalistas de Ayotzinapa, así como de no pocas ejecuciones extrajudiciales, torturas y desapariciones forzadas.
Desde el Movimiento de los Trabajadores Socialistas (MTS), en este caso, al interior del estado de Chihuahua, denunciamos que la impronta de mayores integrantes de la GN a la entidad, se da dentro de una escalada de ataques y criminalización de las luchas y protestas sociales no solo en el estado de Chihuahua, sino a nivel nacional e internacional.
El incremento y la agudización de la violencia se incluyen como parte de los procesos de la militarización y el despliegue de las fuerzas armadas, a lo largo y ancho de la República Mexicana, además de para “combatir” al crimen organizado, como se dice que se hace, ha sido para representar el “Muro Fronterizo”, que Donald Trump exigió a México, como medida de reducción del flujo migratorio de últimos años, y con ello, continuar la “sana” relación de patio trasero, con la mayor potencia militar de nuestros días.
Nos oponemos al mayor arribo de militares a la entidad, rechazando por completo los abusos policíacos, del mismo modo que protestamos en contra de la escalada de violencia, represión y abuso policial, impulsados desde los 3 niveles de gobierno. Apostamos a la formación de un “Movimiento Nacional contra la Militarización y la Represión” en el que se discuta de manera democrática y fraterna un plan unificado de lucha para hacer frente a esta situación.
Para hacer frente a la subordinación y dependencia que persiste, desde el gobierno de la 4T, así como desde los gobiernos estatales y municipales, de igual forma que sus partidos patronales existentes, representando solo los intereses de la clase dominante en México, es necesario avanzar en una política Anticapitalista, Antiimperialista e Internacionalista.
Que vaya a la ruptura con el imperialismo, a través del #NoPagodelaDeudaExterna y la obligada #RenacionalizacióndelaIndustriaEnergética, junto con la Banca, sin indemnización alguna, en manos de las y los propios trabajadores, así como con la creación de Comités de Usuarios, buscando la mayor de las unidades posibles con otros sectores de las clases trabajadoras en México.
Al mismo tiempo que con el poderoso proletariado multirracial norteamericano y las grandes masas de precarizados e indocumentados, que protestan en contra el racismo y la violencia policial, como venimos viendo con las recientes manifestaciones del Movimiento de #TheBackLivesMatters en los Estados Unidos. |