Para acompañar al ministro de Educación Raúl Figueroa, esta vez el vocero de gobierno Jaime Bellolio dijo que es “un error” oponerse al regreso a clases presenciales, puesto que con eso “se le hace daño a los estudiantes más vulnerables”.
"Entiendo perfectamente a esos millones de padres, yo también lo soy. Por supuesto que uno quiere que sean condiciones seguras desde la perspectiva sanitaria, y eso es lo primero que ha dicho el Ministerio de Educación: solamente se puede volver si es que están las condiciones sanitarias que sean seguras para la comunidad escolar", declaró el ministro.
Lo anterior se enmarca en la posibilidad de volver a clases presenciales en los establecimientos educacionales ubicados en las comunas en fase 3 y 4 de desconfinamiento.
Desde el gobierno insisten en volver a clases presenciales pese a que este fin de semana se reportaron más de 2 mil casos de contagios. El epidemiólogo y académico de la Universidad de Valparaíso Aníbal Vivaceta pregunta “¿Hasta cuándo? ¿Hasta que haya vacuna? ¿Habrá vacuna antes de que la mitad de la población ya se haya contagiado?”.
Además dice que “tampoco se ha hecho nada por educar en las formas de trasmisión y de prevención. La gente no entiende, por ejemplo, por qué lavarse las manos ni cuándo es útil y necesaria una mascarilla y cuándo no, el gobierno ha logrado que casi nadie sepa bien eso, utilizando sus estrategias para confundir”. Por eso “al reabrir, sigues expuesto a la incertidumbre, ya que al no haber un buen manejo de detección y aislamiento, si se produce un brote, también quedará librado a su suerte”, agregó el médico en conversación con La Izquierda Diario.
El ministro Secretario de Gobierno también dijo a radio ADN que "lo que nos ha mostrado la pandemia es que el capital cultural de la familia, sabemos ya, influye muchísimo en la educación y en el futuro, así como también las diferencias de la conectividad, de materiales y otros que existen en el hogar, o de acompañamiento para hacer tareas".
Es por eso que “pretender ni siquiera intentar que podamos volver a clases presenciales manteniendo la seguridad sanitaria, me parece que es un error porque se le hace daño a los estudiantes más vulnerables", añadió.
Ante esto, la profesora y dirigenta del PTR Barbara Brito dice que “es precisamente en los liceos más pobres donde más ha afectado la pandemia y sus consecuencias sociales: hambruna, falta de Internet para la realización de clases a distancia, dificultades para el acceso a la salud y hacinamiento”, y agregó que el gobierno “no ha hecho más que repetir que los estudiantes vuelvan a clases aún a costa del peligro que significaría para las familias más pobres: el aumento de la posibilidad de contagiarse”.
Además explica que “volver un mes a clases a estas alturas del año se vuelve incluso antipedagógico” y se pregunta “¿Cómo adecuar el trabajo docente a la modalidad online, en el caso de aquellos estudiantes que no puedan asistir al colegio, y a la modalidad presencial? ¿Cuánto tiempo requeriremos los docentes para realizar en estas condiciones una buena labor educativa readecuando por segunda vez el curriculum y volviendo a repensar la acción didáctica en el aula?”.
Sin embargo, es la política de todo el gobierno y no solo de Bellolio, pues en reiteradas ocasiones el ministro de Educación, Raúl Figueroa, ha insistido con la necesidad de que los estudiantes vuelvan a clases presenciales. Por otra parte, también se suman los dichos del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, quien dijo que “la necesidad es abrir los jardines, pero con resguardos. Necesitamos consenso para reabrir los colegios”, comentó.
Esto indica claramente que la única preocupación del gobierno, no son “los estudiantes más vulnerables” como dice Bellolio, sino que va más relacionado con el hecho de que se pronuncie el mismo ministro de Hacienda al respecto, pues, lo que necesitan es poder mandar a los niños a los jardines y a los colegios, exponiendo la vida de todas las familias, incluyendo la de los docentes, para que los apoderados puedan volver a trabajar y así tener una reactivación en la economía y recuperar sus ganancias a costa de nuestro sudor. |