La apertura de la conferencia matutina de hoy estuvo dedicada a anunciar la conmemoración de diversas fechas el próximo año. En palabras del secretario de relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, el 2021 será un año “dedicado a la independencia y grandeza de México”.
Desde el año pasado se creó la Comisión Presidencial para la Conmemoración de Hechos, Procesos y Personajes Históricos de México, presidida por López Obrador, la participación de nueve secretarías de Estado y la creación de cinco comités: Desfiles y Actos Militares; Cultura e Historia; Reconocimientos y Monedas, Educación y Civismo; Internacional.
Dicha Comisión estará encargada de la organización, en ciudades de todo el país y con vinculación internacional, de las actividades conmemorativas en torno a tres hitos de la historia mexicana: los “700 años” de la fundación de México-Tenochtitlan, los 500 años de la “memoria histórica de Tenochtitlan” (la derrota de la capital mexica por los españoles) y los 200 años de la consumación de la Independencia.
Entre todo esto, no puede menos que llamar la atención la grosera manipulación que se hace de la Historia por parte de la 4T (tanto desde el gobierno federal como desde el gobierno de la CDMX) al ubicar la fundación de Tenochtitlan en 1321, cuando la mayoría de las fuentes refieren el año de 1325 y ninguna aquel otro año.
En otro tema, respondiendo a una pregunta sobre si se permitirá la marcha del 2 de octubre, Claudia Sheinbaum reiteró lo dicho ayer luego del descomunal despliegue policiaco y la represión al movimiento de mujeres para impedir la movilización del 28 de septiembre por la legalización del aborto en todo el país, y proteger así el plantón de la derecha organizada en el FRENA ubicado en el Zócalo: “Hemos estado explicando que cuando hay diálogo y previamente se concerta la entrada al zócalo, y sobre todo la no agresión entre las distintas manifestaciones que hay en el zócalo, pues no hay problema.”
La jefa de gobierno de la Ciudad de México añadió que están en diálogo con los organizadores de la manifestación del 2 de octubre y que aún no se define si será un acto en Tlatelolco o si habrá marcha.
Respecto a la consulta ciudadana para el enjuiciamiento a los ex presidentes, López Obrador consideró que mañana es un día muy importante pues la Suprema Corte resolverá si se acepta o no “el que en los hechos se aplica la democracia participativa, eso es lo que está en cuestión”.
Como con el caso Lozoya, la consulta ciudadana viene siendo utilizada como recurso político del gobierno para fortalecer su imagen frente al escenario adverso de la crisis sanitaria y económica, así como para hacerle frente al golpeteo de la derecha.
Sin embargo, lo que hay de fondo es que el juicio y castigo a los responsables de las privatizaciones y la entrega de los recursos del país a las transnacionales, de matanzas como la de Acteal, de la militarización del país y todas sus “víctimas colaterales”, de crímenes de Estado como el de Ayotzinapa, entre otras acciones profundamente antidemocráticas, es algo que no debe someterse a consulta, una operación tendiente a limpiar la imagen de las cuestionadas instituciones; por el contrario, debe conquistarse mediante la movilización obrera y popular.
Por lo pronto, apelando a la responsabilidad de los Poderes de la Unión, AMLO se deslindó de la decisión que tome mañana la Suprema Corte. |