Este jueves las y los trabajadores de la salud de la Ciudad volvimos a las calles para exigir el reconocimiento profesional a enfermería, paritarias igual a la inflación, el fin de la precarización. Además nos pronunciamos contra el desalojo en Guernica y por el derecho a la salud y vivienda.
Hoy fue una nueva jornada en la que se hizo presente enfermería y trabajadores de la salud inundando las calles con nuestros ambos, exigiendo la carrera profesional y levantando en alto de que somos esenciales no descartables. Esta medida surgió desde las bases, con enfermeras y enfermeros que se empezaron a organizar por redes de manera autoconvocada. Nos hicimos presentes trabajadores de los Hospitales : Garrahan, Álvarez,, Rivadavia, Penna, Udaondo, Moyano, Gutiérrez, Borda, Fernández, Durand, Pirovano, Posadas, Elizalde, Piñero, Sarda, Santojanni, y desde los Cesac. La movilización fue desde Congreso a la Legislatura porteña para repudiar la represión sufrida el 21 de septiembre cuando enfermeros quisieron entregar un petitorio.
Fuimos miles y nos hicimos sentir al grito de paro y plan de lucha, porque ya estamos hartos de ser ninguneados. Somos los que estamos en primera línea, pero sin embargo como ya venimos denunciando tenemos sueldos bajísimos.
Nosotros somos trabajadores de la salud y la crisis la estamos sintiendo con fuerza, no llegamos a fin de mes y tenemos mucha carga laboral que conlleva estrés y agotamiento físico y mental. Además vemos a las familias en las condiciones en las que vienen al hospital, la pobreza ya escaló a un 40,9%, los despidos y la crisis sanitaria con el colapso de las camas y la falta de personal se sienten .También vemos la crisis estructural con el problema de viviendas de hace décadas en las que ningún gobierno, ni el peronismo ni el macrismo lo solucionaron. Las 2500 familias de Guernica necesitan una respuesta urgente a la falta de vivienda, sin embargo está aún la amenaza de desalojo. Ellos están ocupando tierras que no son de nadie y que al Gobierno provincial le llevaría 5 minutos firmar la expropiación de las mismas y así poder hacer un plan de viviendas populares y no ponerlas para el negocio inmobiliario con la construcción de countrys o de barrios privados
También hubo una importante movilización de trabajadores de la salud del cruce de Florencio Varela.
Desde el FITU también se hicieron presentes como lo vienen haciendo siempre en cada una de las luchas de la salud, así como otras organizaciones sociales y políticas.
Las y los diputados porteños, Myriam Bregman, Gabriel Solano y Alejandrina Barry del FITU junto a Victoria Montenegro del FDT, presentaron este jueves un amicus curiae en el amparo iniciado por ATE a fines del 2018, donde se reclama el pase a la carrera profesional de las licenciaturas de enfermería, producción de bioimágenes, psicomotricidad así como también de todas las licenciaturas de profesionales colaboradoras del arte de curar.
Importante movilización del personal de salud. Las enfermeras ganan 36.000 pesos trabajan 14 horas. Basta de represión y precarización tiene que pasar ya a la carrera profesional. Las acompañamos con @myriambregman Hay que apoyarlas con todo. pic.twitter.com/GJRZakWNIC
Desde abajo del palco se escuchaba “¡queremos plan de lucha!”
Para el próximo 6 de Octubre ATE llama a una nueva jornada nacional de paro, lucha y desconexiones votado en un plenario de delegados, sin mandato de base.
Todos se preguntaban porque el palco para finalizar la marcha estaba puesto en la legislatura porteña. Pensamos que quizás era porque, ese escenario representaba el repudio a la represión, donde le rompieron la cabeza a nuestras compañeras enfermeras.
ATE, SITRE y ALE cuidaron bien que no fuese en Plaza de Mayo, para que el conflicto sólo se dirigiese los cañones contra Larreta y cuidar al gobierno nacional de Alberto Fernández.
Es decir, fueron a desviar el proceso nacional de lucha que las enfermeras, estamos protagonizando. Especialmente las enfermeras de Misiones que llevan dos semanas encadenadas por que cobran $ 7.500 a pesar de ser reconocidas como profesionales formalmente.
Para darle continuidad a nuestros reclamos y que se profundice el plan de lucha, desde la Agrupación Marrón Clasista en Salud, planteamos que es importante que se extienda la organización por abajo en cada hospital, que se llame a asamblea tanto con compañeros afiliados a cualquier sindicato como los que no tengan ninguna afiliación, entre todos los trabajadores ya sean de planta, contratados, tercerizados, residentes, porque de conjunto es que debemos discutir cómo continuar. Coordinando entre todos los hospitales con delegados votados por abajo y con mandato de base, para que tomen mas fuerzas las medidas, sumando mas compañeras y compañeros.
Por eso es necesario que los sindicatos, que son nuestras organizaciones, también tomen nuestros reclamos y los unan. Poco podemos esperar de los siempre oficialistas de UPCN o SUTECBA, que están negociando salarios a la baja y persiguiendo a quienes se organizan, incluso con patotas.
Sin embargo los sindicatos como ATE, SITRE y ALE que este 1ro de octubre llamaron a paro y movilización contra la represión y por el pase a la carrera profesional, no realizaron asambleas para unir al conjunto de los trabajadores de la salud y fortalecer nuestros reclamos. Buscando la unidad con otros sectores que también están peleando como las familias de Guernica, y de otros barrios que perdieron el trabajo y no pueden pagar los alquileres, que también son nuestros pacientes, porque creemos que sin vivienda no hay salud. Para iniciar un verdadero plan de lucha, necesitamos organizar la fuerza para que las direcciones sindicales rompan la tregua con el gobierno, y unificarnos con las familias sin techo, con todos los agraviados por la crisis. Tanto el Gobierno Nacional, como el de la Ciudad, y Provincial deben destinar un mayor presupuesto para salud, vivienda y educación, no para represión ni para la deuda. Creemos que sería importante que las direcciones de los sindicatos se pongan a la cabeza e incorporen el llamado a solidarizarse con las familias de Guernica para impedir con acciones el desalojo. Esa es la unidad que necesitamos para que se escuchen con fuerza nuestros reclamos.
