Mariano Andrés tenía 56 años. Desde hacía más de 20 años trabajaba en la institución, en tareas de mantenimiento. Según trascendió, hace una semana había tenido un resultado positivo para COVID 19, infección que contrajo en su lugar de trabajo.
Mariano Andrés era paciente de riesgo, por presentar comorbilidades. Evolucionó desfavorablemente, por lo que debió ser internado en la Unidad de Terapia Intensiva del Sanatorio Los Alerces, y finalmente falleció.
La muerte de otro trabajador de salud en la ciudad muestra nuevamente la penosa situación del sector. Insumos insuficientes, materiales de protección que nunca aparecen, sanatorios privados que no reconocen licencias al personal de riesgo y trabajadores víctimas de fraude laboral, que por estar en negro tienen que elegir entre cuidar su salud y cobrar su sueldo. Pero no son sólo los sanatorios privados; el Gobierno provincial suspendió las licencias para el personal de salud.
En medio de una crisis sanitaria sin precedentes, las empresas privadas de salud y el gobierno de Omar Perotti eligen poner en juego las vidas de trabajadores antes que garantizar condiciones de trabajo y seguridad. Así, somos los trabajadores de la salud los que seguimos pagando las ganancias de unos pocos. |
