¿Qué tan seguro es el empleo que tienes? Según la nota técnica recientemente publicada por la Organización Internacional del Trabajo, intitulada “México y la crisis de la COVID-19 en el mundo del trabajo: respuestas y desafíos”, [1] en nuestro país aún peligran 24 millones de trabajos, el 44 % de la Población Económicamente Activa (PEA).
El desplome económico se estima entre el -7,5% y el -10,5%, lo que afecta directamente a la creación de empleo que puede generar el capitalismo mexicano; hay que enfatizar que esta caída no es consecuencia de la crisis sanitaria, sino de la crisis estructural del capital. La crisis sanitaria agudizó diversos problemas estructurales del capitalismo mundial.
Si bien a principios de mayo, López Obrador anunciaba que “Estamos viendo la luz a la salida del túnel” [2], refiriéndose a la pandemia del nuevo coronavirus, ni en términos económicos ni en términos sanitarios se cumple este pronóstico. México ya rebasa los 80 mil muertos confirmados por covid-19, la economía local no tiene visos de recuperación y el empleo enfrenta graves problemas.
Mayor afectación a mujeres y a trabajadores precarios
A pesar de que la pérdida del empleo registrado ha impactado al trabajo formal, alcanzando más de un millón de despidos, los más afectados son los trabajadores informales y el trabajo femenino.
Según el citado informe de la OIT, de los 24 millones de trabajos en riesgo, más del 50 % afectará a mujeres. La participación laboral oscila en el alrededor del 60 % de la población en edad de trabajar, sin embargo, el trabajo femenino es el que más se ha incorporado al mercado laboral en los últimos años (ver gráfico)
La clave de esta incorporación reside en que el capitalismo considera al trabajo femenino inferior al masculino, por lo que procede a remunerarlo convenientemente por debajo de este último, lo que le permite obtener mayores ganancias.
En cuanto al trabajo informal, que no cuenta con estabilidad ni seguridad social, el panorama no es alentador, suma a más de 31 millones de trabajadores, el 56 % de la PEA.
Como se aprecia, la crisis se está descargando sobre las y los trabajadores, con una carga especial sobre las mujeres. En estas condiciones, la lucha de nuestro tiempo tiene como ejes centrales el combate a la precarización laboral, los despidos y la emancipación de la mujer trabajadora.
Es por ello que el Movimiento Nacional contra la Precarización y los Despidos toma gran fuerza, así como las batallas de las compañeras de la agrupación Pan y Rosas. |