Fotografía : Enfoque Rojo
Lo de la marcha fue indescriptible. Nosotros el 3 de junio marchamos. Marchamos porque somos el grito de las que ya no tienen voz. Porque hay que reaccionar, salir a gritar y no olvidarnos de nada. Fuimos a buscar más que una marcha, fuimos a ver como las cosas de a poco van pasando y la gente va concientizando. Porque estamos vivos y en la marcha nos sentíamos más vivos que nunca. Porque morimos y volvimos a renacer ya una y mil veces.
Porque cruelmente, con señales de tortura por un despiadado asesino, morimos con Candela, de tan sólo 11 años, una sonrisa, un par de ojos puros y un guardapolvo.
Morimos con Ángeles, que aún no descansa de su última clase de educación física. Una vida joven interrumpida de una forma muy brutal, con una bolsa negra vistiéndole la muerte.
Morimos con Wanda, ardiendo.
Acunamos a Martina la noche en que su madre, Paola la atacan fatalmente y la tiran en una boca de tormenta. Y el asesino se iba silbando bajito. Morimos ese día. Morimos mil días más.
Morimos con Silvia, una docente.
Caímos muertos de un disparo con Karen, y con 16 años.
Nos morimos con Lola, a los 15 años. Queriendo ser libre. Había salido a dar una caminata por la playa y termino con la mordedura letal de la arena y el sol como verdugo.
También con Lucila, y su rutina. En un intento de violación, en un paso a nivel del barrio de Nuñez. Con 16 años, volviendo del colegio.
Conocimos el fondo del riachuelo, sumergidos y asfixiados en la misma bolsa en la que se encontraba Melina, que por ser pobre, que ni trabajaba y no era una buena adolescente "merecía su destino".
Nos morimos casi por completo. Nos falta el aire y se nos estruja el pecho con toda la tierra que nos tiró encima el novio de Chiara. Ella, inocente. Que soñaba que el amor era otra cosa. Que no calculó muy bien.
Son muchas, las nombramos para que no terminen de irse. Porque la memoria la tenemos unos pocos.
Otros prefieren quedarse ahí, en el molde. Justificando lo injustificable, caminando sin pisar y esquivando la mirada de los que cuestionamos.
Nos hartamos de los golpes que sentimos cada vez que nos morimos con ellas. Por eso marchamos.
Fue multitudinaria. Personas que fueron abusadas, otras que no. Personas que fueron golpeadas, otras que no. Muchas mujeres y hombres, de todas las edades, de todos los colores y de todos los lugares. De todas las banderas. Hasta nosotros nos diferenciamos de banderas, no pensamos lo mismo nunca pero hay algo en lo que estamos de acuerdo, que es luchar por nuestros derechos y porque nos da bronca que abusen de nuestras mujeres a diario.
Todos levantaron el cartel de #NiUnaMenos, algunos doble cara también quisieron sostener el cartel. Hipócritas se olvidaron por un momento que la violencia no es sólo física. Que también es violento negar un puesto de trabajo, o que a la mujer le paguen menos por el simple hecho de ser mujer. Que existe la violencia psicológica, y que a veces duele más que cualquier piña.
Nosotros no estamos muertos, estuvimos con ellas pero no somos el ángel que se descompuso desnudo en una bolsa de basura. No somos la flor que tiraron en un pozo de terror. La madre que prendieron fuego. Nosotros renacimos y no morimos del todo.
Nos limpiamos la sangre y nos sacudimos la arena, nos secamos lo mojados que estamos por permanecer ahogados y seguimos de pie, luchando.
A nosotros no nos hicieron creer nada, uno crece y va eligiendo en que creer, no espera a estas circunstancias para cambiar las cosas, para cambiar la idiosincrasia que uno carga y va a cargar toda su vida. Nosotros crecimos y ya empezó a ser tema nuestro aquello en lo que creemos y en lo que no. Cómo cuando descubrimos que los reyes y papá noel no existen, y que a la gente sólo la ayuda la gente. Esos que transpiran, los sin zapatos que no pasan a ninguna fiesta. Los que ayudan, los que acompañan. Nos criamos viendo que para tener un plato de comida alguien en casa tenía que salir a trabajar, a romperse el lomo. Que la plata no venía sola, que todos somos hijos de trabajadores. Que muchas veces la que tenía que ir a buscar el plato de comida era mamá, o la abuela, que ellas cumplían con esa responsabilidad.
A nosotros nos hicieron creer que las mujeres de nuestra casa no son para nada débil,
Si tenemos que pedir perdón es por haber visto tanta violencia y tanta mentira.
Por callar, cada tanto. Por miedo, quizás. Pero ya no, eso nunca más.
Porque al fin y al cabo, cómo dijo Galeano, el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo.
Pienso que tenemos que hablar, contar nuestras historias por más pequeñas o grandes que sean. Siempre habrá una razón para pelear por nuestros derechos. Luchando al lado de los que luchan.
No queremos sentirnos con valentía cuando andamos en la calle, queremos sentirnos libres.
Comentarios de estudiantes de la secundaria 23 de Laferrere
Una chica de 5to, secretaria del centro de estudiantes me dijo: "Como civilización estamos realmente atrasados. No puede ser que recién que en el siglo XXI, recién ahora la mujer pueda gritar y hacerce escuchar a través de una marcha. La marcha me pareció un acto positivo a nuestra sociedad, pero sentí que aunque fue masiva, estuvo descuidada en cierto punto. Pero para empezar estuvo bien, pero no hay que parar, hay que seguir concientizando, día tras día y luchar en contra de la violencia. Y en experiencia personal, me gusto, fue la primera marcha de este tipo que participo y me llevo una gran experiencia".
Lucas: "Gracias a la marcha van a salir a la luz un montón de casos".
Miriam: "La charla que se realizó en la Universidad de La Matanza fue un incentivo, un empujón para plantear el debate de lo que esta pasando sociedad. Con mis compañeros de la escuela secundaria 23 hicimos algo parecido, después vamos a hacer una obra de teatro y me parece copado informar a otros chicos sobre el tema, y en relación con la marcha del 3/6 fue un éxito. Pero eso sólo fue algo de lo que las mujeres pueden generar estando unidas. Y algunos hombres que nos acompañan. Demostrando así, que podemos enfrentarnos "pacificamente" al sistema corrupto que existe hoy en día en la sociedad".
Sofia: "Mis felicitaciones al pueblo por la gran convocatoria. El 3/6 va a quedar en mi memoria. Estar ahí me lleno el alma. Ver todas esas mujeres y hombres luchando juntos por algo tan importante y necesario de mejorar. Ya que es indignante caminar por la calle a cualquier hora, cruzarte a un hombre y tener miedo, cruzarte de vereda. Pensar "que no me haga nada, que no me haga nada...". Horrible no poder esperar el colectivo tranquila y tener que movilizarte siempre en grupo por temor. Ayer estaba muy feliz y orgullosa de las mujeres argentinas, luchadoras como Mónica Alegre entre otras. Aún mas feliz voy a estar cuando el proyecto de ley del Frende de Izquierda sea aprobado".
Rocio: "Desde lo personal es algo muy fuerte, quizás no se vea el cambio pero si el granito de arena. Fue una marcha no de mujeres en contra de los hombres, sino de todos en contra de la violencia. Y lo más importante es que no quedamos sólo con el #NiUnaMenos sino que hubo una gran movilización. Una marcha en la que millones de personas dijeron basta de todo. Y cuando me refiero a todo, quiero decir violencia de todos los tipos, verbal y física. Y sé que se grito justicia por todas las chicas que conocemos, pero también por aquellos casos que todavía no salieron a la luz. Y que aunque la justicia no la tengamos hoy y ahora, mi cuñada, como tantas mujeres van a poder descansar en paz sabiendo que se hizo justicia por ellas".
Micaela Ayelén: "Me pareció una marcha muy buena.. creo que es algo que se tenia que hacer si o si. me gusto demasiado asistir porque creo que como una mujer mas puedo aportar mi granito de arena por todas las mujeres que viven hoy en día el maltrato psicológico y físico. si nosotras no hacemos nada quien mas lo va hacer? porque del lado de la política no podemos esperar mucho...de lo contrario podríamos haber evitado las muertes de muchas chicas.. es horrible tener que vivir con miedo a salir a la calle por culpa de personas que cometen estos actos. pero de igual manera no es solo el maltrato o las muertes de mujeres, si no que también de hombres, niños, bebes y animales.. hay que decir "basta" porque un país así no va a llegar a ninguna parte mas que a destruirse a si mismo".
Paula "realmente fue muy movilizador ver que después del ocultamiento, de la humillación, de tanto sufrimiento y desesperación decidimos unirnos para gritar junto a ellas, con las que ya no están y las que todavía sufren de las agresiones. Algo parece estar cambiando, son años de lucha. |