"Hoy nuevamente nos movilizamos”, reza el encabezado de la convocatoria que realizaron desde “enfermeros autoconvocados” a una nueva jornada de protesta en el centro cívico, por la mala situación que están pasando en este sector.
Desde el 21 de septiembre, Día de la Sanidad, cuando se expresaron en una gran caravana, las y los enfermeros vienen encabezando la pelea por condiciones dignas de trabajo y un verdadero reconocimiento para los que están en la primera línea de batalla en medio de la pandemia de covid-19.
Una enfermera afirmó, "reclamamos un aumento salarial para poder equiparar el monto de la canasta básica, ya que actualmente estamos muy por debajo de ella". En el mismo sentido, agregó, " también el pase a planta permanente de todo el personal contratado, la recategorización de los puestos de trabajo y el pago de una bonificación adicional para todos los trabajadores esenciales"
En la situación de crisis económica y social que golpea de lleno a los trabajadores y que se evidencia a lo largo y ancho del país, Bolívar no es la excepción, queda al descubierto el abandono de la lucha de los gremios, el sometimiento a la precarizacion de los afiliados y la aceptacion de salarios muy por debajo de la canasta básica. Cuando al mismo tiempo, la foto muestra al gobierno nacional y a esos mismos sindicatos recibir al FMI con los brazos abiertos, queda claro quiénes quieren que paguen la crisis.
Se destapó la olla
La visibilidad que le dio enfermería a su reclamo le dio la fuerza necesaria a otros sectores para que expresen sus demandas. Así lo hicieron esta semana los trabajadores del corralón municipal que le presentaron un petitorio al intendente, Marcos Pisano, en el que le expresan la necesidad de mejoras en su situación laboral. Además, piden “finalizar con las amenazas, abusos y maltrato por parte de las autoridades”.
El propio sindicato municipal (ATRAMUBO), íntimamente ligado a los gobiernos de turno, se vio obligado a recibir a todas las delegaciones desde corralón, mucamas y cocineros, obras y servicios públicos, empleados de jardín maternal, guardia urbana, cementerio,y, por supuesto, a los enfermeros autoconvocados.
Reclaman sueldos que cubran la canasta familiar, que los bonos pasen al básico, las horas extras que les quitaron y que formaban casi la mitad de su sueldo, mejoras edilicias, uniformes, pase a planta, elementos de protección, con o sin pandemia.
El intendente deberá hacer frente a estos reclamos y el sindicato encabezar la defensa de los intereses que debe representar verdaderamente, el de los y las trabajadoras.
Los enfermeros y demás trabajadores municipales están marcando el camino con la que se puede conseguir que se les reconozca sus derechos, en unidad y con la lucha en las calles. |