Luego de haber dado positivo en la prueba de COVID-19 y en el marco de que las encuestas le dan una ventaja de mínimo 6 puntos al ex presidente Joe Biden, el mandatario racista Donald Trump realizó un mitin de apoyo a su candidatura en un estado donde la pandemia se ha cobrado la vida de más de 15 mil personas.
Intentando capitalizar apoyo latino en Florida, estado que podría aportar 29 de los 270 votos necesarios en el antidemocrático Colegio Electoral para ganar la elección, Trump habló, como ya su costumbre contra el “socialismo” contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. Mintiendo abiertamente al decir que Biden estaría cercano a las posiciones socialistas, buscando agitar el miedo y la ignorancia de su base electoral.
Trump sabe que, ante los números que arrojan las encuestas, la única oportunidad que tiene es la de disputarse el voto en algunos estados clave, no obstante, aunque la distancia en estos se ha acortado, sigue Biden siendo el favorito. En el propio estado de Florida le lleva una distancia de 4 puntos.
A 22 días de celebrarse la elección Trump planea realizar actividades similares en Iowa, Pensilvania y Carolina del Norte, convocando a sus seguidores, los mismos que minimizan el riesgo de contagio y asisten sin guardar las mínimas medidas de seguridad y salubridad necesarias en el marco de que la pandemia ha contagiado a cerca de 8 millones de personas en Estados Unidos.
En el mitin, el mandatario que ha retwitteado a supremacistas blancos gritando “white power”, insistió en que México pagará por la construcción del muro, de cual apenas se han construido unos cuantos kilómetros, y señaló la subordinación que ha impuesto al Gobierno mexicano señalando que “hay 27.000 soldados mexicanos protegiendo la frontera. México lo está haciendo estupendo”.
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Mientras Biden capitaliza el voto al “mal menor” levantando esperanzas entre sus votantes, la realidad es que sus posiciones no distan de las que han tenido otros presidentes en la historia de este país, buscando asegurar los intereses imperialistas (aún en decadencia) de esta potencia económica. Urge un partido de la clase trabajador en Estados Unidos.
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