Según el parte de prensa oficial que emitieron el día de ayer desde el Parque Nacional Calilegua hasta ese momento había 948 hectáreas del Parque afectadas por los incendios, 842 ha. en Zanjón Seco y 106 ha. en Finca Peginni/ Macagno, de las 76.306 hectáreas que forman parte de la superficie de dicho parque, que a su vez pertenecen a la eco región de selva de las yungas.
A su vez, los incendios en zanjón seco o la unión seca, tierras de propiedad de la flia. Blaquier/Arrieta de la empresa Ledesma SAAI, y en arroyo yuto o la finca Peginni/Macagno, afectaron a unas 4.488 hectáreas de la zona de amortiguamiento por fuera del Parque Nacional Calilegua.
El comunicado de la Intendencia del Parque Nacional Calilegua también plantea que el estado nacional y provincial para combatir el avance del fuego había destinado recursos humanos, vehículos especiales, medios aéreos y equipos operativos y equipos operativos que cumplen un rol de complemento a la actividad de combate del incendio, tarea que desde hace mas de un mes llevan a cabo los brigadistas de incendios del parque con la ayuda del cuartel de bomberos voluntarios de Libertador.
También informo la administración de parques nacionales-APN-que llegaron a la zona brigadistas de los Parques Nacionales Copo, El Rey, Impenetrable y Chaco, y 14 brigadistas del Sistema de Manejo del Fuego, todos llegaron a tierra del Parque Nacional Calilegua para ponerse a disposición de apagar los focos de incendios, y fortalecer la ardua tarea que están llevando acabo los brigadistas de incendio del Parque Nacional Calilegua y los bomberos voluntarios de Libertador.
Estos incendios, que los trabajadores y pobladores de la región entienden que fueron provocados intencionalmente, como en otras ocasiones ya ocurrió, ya que se iniciaron en hectáreas de los terratenientes en la zona como los Blaquier de Ledesma SAAI, están generando un daño ambiental con “una alteración significativa en el sistema natural que provoca: la perdida de biomasa, estructura vegetal, fragmentación del hábitat y perdida de especies endémicas de las región, también se ven afectados los servicios eco sistémicos que brindan el ambientes de humedales y bosques, y el impacto más notorio sobre la fauna se presenta en la pérdida de su hábitat y nichos ecológicos, reduciendo la diversidad y su abundancia relativa, con un efecto prolongado en el tiempo luego del fuego”, según lo expresa el comunicado que emitieron desde la Administración de Parques Nacionales y desde la Intendencia del Parque Nacional Calilegua.
El primer incendio empezó en tierras de propiedad de la empresa Ledesma SAAI conocidas como la Unión Seca o Zanjón Seco, que son parte del bosque nativo, prioritario para la conservación, y definido como una zona de amortiguamiento que colinda con las hectáreas del Parque Nacional Calilegua, y luego, el segundo incendio fue generado en la finca de Peginni/ Macagno, terratenientes que arriendan parte de sus hectáreas a productores medianos.
Por lo que se deduce que estos propietarios de tierras de la zona, centralmente Ledesma SAAI, en sintonía con otros terratenientes de otros puntos del país, como Córdoba y Santa Fe, impulsan estos incendios para extender la frontera agraria, el uso intensivo del suelo y el monocultivo( de la caña de azúcar y el citrus), sin importarles las áreas de conservación del bosque nativo, la protección de las especies de flora y fauna autóctonas y el pulmón verde que significan para la comunidad del departamento de Ledesma y la provincia de Jujuy, y solo guiados por sus fines de lucro, mas productividad y ganancias, a costa de lo que sea, como estos incendios provocados.
El gobierno nacional de Alberto Fernández y gobierno de Gerardo Morales están enviando recursos para el combate al fuego, e incluso tienen que enviar más recursos económicos, técnicos y humanos para que con todo el esfuerzo de los brigadistas de incendio y los bomberos voluntarios se pueda apagar el fuego. Pero a su vez, tanto el gobierno nacional como el provincial, no han hecho nada para que se investigue quienes son los que generan estos incendios intencionales, se los juzgue y castigue.
El gobernador y el presidente no lo hacen porque la empresa Ledesma SAAI, tiene garantizado por ellos un manto de impunidad en la provincia y la nación. “Para muestras sobra un botón” porque esto también lo vimos hace unos meses, cuando pese a ser Ledesma SAAI, la empresa con más muertos por covid-19 del país, los gobiernos tan nacionales como provinciales nunca la denunciaron por ser responsable de estos crímenes sociales al exponer a los obreros al contagio y la muerte por causas evitables y prematuras, al no cumplir la empresa con el protocolo de covid-19, resoluciones y decretos.
Ledesma SAAI cuenta con 160.000 hectáreas de las que solo explota 45.000 hectáreas( 42.000 ha. con plantaciones de caña de azúcar y 3.000 ha. con naranja, pomelo y limón), es decir explota poco más de un ¼ de todas las hectáreas que detenta, la población para poder conquistar el derecho a tierra para viviendas desde hace una década toma de tierras, pero también desde hace décadas la empresa avanzo en la superficie cultivable mediante la quema intencional de bosques nativos como mediante le desmonte, y esto fue denunciado por organizaciones de pueblos originarias, por asociaciones ambientalistas, organismos de derechos humanos y organizaciones campesinas, como también por la organización sindical de los trabajadores del Parque Nacional Calilegua.
Los gobiernos de turno, ahora el radical de Morales antes el peronista de Fellner, le garantizaron impunidad a las empresas que generan un pasivo ambiental en el área protegidas, como Ledesma SAAI, pero también como las empresas petroleras, sean estas multinacionales, nacionales o de administración mixta con el estado, ya que el yacimiento caimancito fue administrado en las ultimas 2 décadas de todos estos modos, y este al día de hoy tiene un pozo de petróleo inactivo pero sin mitigar dentro de tierras del Parque Nacional Calilegua, que contamina napas de aguas y arroyos.
Volviendo a la cuestión de los incendios provocados por los terratenientes y empresarios de la región, es clave que junto a los trabajadores de parques nacionales, las organizaciones sociales, los sindicatos, las organizaciones de derechos humanos y los partidos de izquierda, que siempre hemos acompañado las lucha en defensa del Parque Nacional Calilegua, sea plantee con firmeza que las hectáreas por donde avanzo el fuego y dejo a su paso solo cenizas, y especies calcinadas, sean estas parte de las tierras del Parque Nacional Calilegua o hectáreas privadas de Ledesma SAAI o las familias Peggini/Macagno, deben ser reforestadas con especies arbóreas autóctonas, para que el Parque Nacional Calilegua no pierda esta zona de amortiguamiento y área de conservación del bosque nativo, y de esa manera también además de combatir el avance del fuego sobre las yungas, se combate el avance de la frontera agraria, el monocultivo de la caña de azúcar y el citrus, y la explotación intensiva del suelo, que es el objetivo por el cual los dueños de las tierras colindantes con el parque impulsan el fuego. |