El Gobierno se prepara para votar el presupuesto 2021 en Diputados. La semana que viene buscarán dictamen para poder convocar a sesión donde se trate la media sanción.
Este martes, la comisión de Presupuesto y Hacienda se volvió a reunir ya sin participación de funcionarios. En medio de un clima de consenso entre el Gobierno y Juntos por el Cambio, que seguramente voten en bloque el proyecto, la única voz disidente fue la del Frente de Izquierda Unidad.
"Es un presupuesto de ajuste a medida de la negociación con el FMI", planteó Nicolás del Caño en su intervención. "La crisis económica que dejó Macri se agravó. Frente a la pandemia, que exigía medidas extraordinarias, reforzar el sistema sanitario y proteger a las mayorías populares de las consecuencias económicas, el Gobierno mantuvo como prioridad cerrar el acuerdo con los acreedores para pagar la deuda fraudulenta y ahora la negociación con el fondo", agregó.
Además rechazó la idea que vuelven a intentar instalar (ya lo hizo Macri en su momento y ahora lo hace el peronismo) que el FMI reflexionó y ahora "es bueno" de la mano de Kristalina Georgieva: "El fondo exige un ajuste brutal en Ecuador. Hasta le exige a Bolsonaro (que no podemos decir que no haya hecho ajustes) que recorte el "coronavoucher", que es como el IFE en Argentina. En Costa Rica también exige ajustes que están siendo resistidos por decenas de miles en las calles. Esos trabajadores son un ejemplo para toda América Latina de cómo hay que enfrentar los planes del FMI", aseguró el diputado.
En medio de una situación de pobreza que supera el 40%, con una desocupación que oficialmente pasó el 13% pero que si se tuviera en cuenta las miles y miles de personas que no salieron a buscar trabajo por la pandemia, implicaría un número mucho más elevado, se pretende votar un presupuesto que implica 10 % de ajuste en los gastos primarios. Todo a la par de una orientación de ajuste los salarios de los trabajadores y de recorte a las jubilaciones, como se vio desde el primer momento en que asumió el Gobierno y se reforzó durante la pandemia.
Por eso Del Caño remarcó que no solo hubo perdedores en la pandemia: "Ha habido ganadores, como las grandes patronales agrarias que están chantajeando para una mayor devaluación; Los bancos que siguen ganando con las Leliq; Ni hablar de empresas como Mercado Libre, a las que se les votó la ley de Economía del Conocimiento para perdonarle millones en impuestos; O las empresas como Rappi o Pedidos Ya que no respetan ningún derecho laboral".
En una reunión anterior, el ministro Arroyo había confirmado que se va a eliminar el IFE. "Como dijo el ministro Guzmán, eventualmente veremos si en el 2021 hay que tomar alguna otra medida porque continúa la pandemia", sostuvo. Como si fuera lo menos probable que sigan la pandemia, la crisis y la emergencia sanitaria después del 1 de enero, mientras tenemos récord de casos en Argentina y nuevas olas en Europa y otras partes del mundo. "¿No se podría pensar al revés?", cuestionó Del Caño. "Contemplar ya esa emergencia y en todo caso, si el 1 de enero termina la pobreza, las necesidades y la emergencia de la pandemia de un día para el otro, se reverá".
Un buen ejemplo de la orientación del presupuesto 2021 se ve comparando la plata destinada a vivienda con la que se va a utilizar para pagos de deuda. U$S 150 millones se destinarán para construir 12.000 viviendas, teniendo un déficit de 1,3 millones de viviendas en Argentina. Hay un contraste con los U$S 6000 millones van a ir para pagar deuda, de los cuales 1400 millones son específicamente para pagar intereses al FMI. Todo esto en el marco de la pelea por vivienda en Guernica y muchos otros lugares del país y la criminalización que vienen fomentando desde el Gobierno a las familias que piden tierra para vivir, con amenazas de desalojo y represiones que ya se vieron este martes en Rafael Castillo y La Plata.
"Es un contraste con la mano blanda frente a los Vicentín, frente a los especuladores a los que se les cedió desde la primera propuesta de abril unos U$S 17000 millones hasta que firmaron el acuerdo, a los bancos que se le aumentaron las tasas que paga el central", planteó Del Caño.
En esta situación, o la crisis la siguen pagando los mismos de siempre o se toman las medidas de fondo necesarias para que la paguen los grandes grupos económicos, comenzando por el desconocimiento de la deuda y el monopolio estatal del comercio exterior. El rumbo para que la salida no caiga sobre las mayorías es opuesto a lo que plantea el presupuesto que se votará en los próximos días en el Congreso Nacional. |