Conocí a Lilly Téllez en 1999, en una de las marchas que rodearon el conflicto estudiantil de la UNAM. En aquella marcha habían participado antiparistas, que los medios hacían pasar como como los “verdaderos” “estudiantes”.
Esas “pacíficas” personas llevaban petardos que aventaron sin empacho contra los/as huelguistas (o sea, nosotros/as, que para entonces éramos catalogados por los mismos medios como los/as pseudo estudiantes) y contra los reporteros/as. Hirieron a uno de éstos últimos, iba en una moto y lo seguían agrediendo, así que se resguardó entre nosotros/as para protegerse, como hicieron varios que estaban cubriendo la nota.
Lilly Téllez lo vio todo, nos agradeció que auxiliáramos a su compañero (que al parecer era camarógrafo) y que la protegiéramos a ella. De nosotros/as, las y los estudiantes huelguistas, los medios habían hecho una campaña de desprestigio brutal, pero al final eran personas que estaban siendo agredidas y estaban en peligro de seguir siendo seriamente lastimadas, pues estas otras personas iban armadas con petardos hasta los dientes y no dejaban de lanzarlos.
Así que, gracias a nosotros/as, aquello/as reportero/as pudieron salir sin mayores lesiones (salvo uno de ellos, a quien sí le hicieron un hoyo en la pierna muy grande).
Mi sorpresa en la noche fue que, en el noticiero de TV azteca con Javier Alatorre, donde trabajaba Lilly Téllez, dieron la nota tergiversando totalmente los hechos (como paradójicamente se sigue llamando su “noticiero”).
Fue la misma Lilly Téllez la que, entrevistada por Alatorre, narró cómo los huelguistas la habíamos atacado a ella y a su compañero. ¡Ver para creer! Sí, increíble para mí en ese entonces.
En verdad fue una impresión constatar la total falta de ética de la señora, ¡yo había estado ahí, lo vi todo, fui parte de eso, y lo que se estaba narrando era todo lo contrario a lo que había ocurrido!
Lilly Téllez no estaba interpretando de manera distinta lo que pasó, no estaba calificando o adjetivando diferente, no fue un problema de percepción, ella estaba ahí tergiversando los hechos mismos, difamando a quienes la habíamos protegido de ser lastimada seriamente, estaba mintiendo descaradamente acerca de nosotros/as a quienes unas horas antes nos agradecía “con el corazón”.
Para ese entonces ya tenía varios años participando activamente y sabía cómo se fabricaban las campañas mediáticas. Sin embargo, la falta total de escrúpulos, la forma tan vil de mentir de Lilly Téllez, la sangre fría para desinformar y calumniar, me impresionaron sobremanera.
Así supe que hay con quienes se tienen diferencias políticas y con quienes, además, se tiene una incompatibilidad y diferencias éticas y de principios.
El pasado lunes 12 de octubre, Lilly Téllez estuvo en la comparecencia de López Gatell en el senado, haciendo gala de su ruindad e ignorancia, lucrando políticamente con los muertos y muertas de esta pandemia, haciendo cálculos de letalidad que a estas alturas se sabe perfectamente que están subestimados. Y, bueno, ella no puede dar más que asco.
Lilly Téllez es uno de los seres más ruines, misóginos, mentirosos y antiderechos. Su crítica no proviene desde la izquierda, sino de la ultraderecha. | 
