El último capítulo de Tolerancia Cero, transmitido por el canal Chilevisión, tuvo como invitada a la actual ministra de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar, enmarcado en el aniversario del estallido social del 18 de Octubre.
Estallido social y acuerdo por la paz
El segmento del programa tuvo –como era de esperarse- un balance por parte de la actual ministra sobre lo que significó meses de intensas movilizaciones, y que pusieron en jaque el gobierno de Sebastián Piñera, previo al acuerdo de la paz firmado junto a la ex concertación y sectores del Frente Amplio.
El primero en intervenir fue Fernando Paulsen, quien le preguntó si realmente el gobierno no vio venir la enorme crisis abierta por el estallido, a lo que Rubilar refiere a modo de diagnóstico que fue un problema de parcialización de las funciones del gobierno, en que el aislamiento de los problemas entre ministerios, impidió reaccionar ante el gran malestar que se venía gestando en la población, y que fue más allá del pasaje del metro. Aunque refiere a que para revertir una situación familiar, se debe crear un mecanismo de alerta temprana.
En el caso del peligro de la democracia en el marco del estallido social, Rubilar afirma esta sentencia señalando que el 12 de Noviembre existían dos sectores; los que sostenían que había que volver al Estado de Excepción, y quienes –como ella- se posicionaban por una salida constitucional.
Mónica Rincón por su parte, le pregunta si ella cree que estamos en una normalidad, a propósito de las últimas declaraciones emitidas por el actual canciller Andrés Allamand, a lo que esquivamente señala que ella cree que no hay que volver a la normalidad, porque no hay que volver al pasado.
Sobre violaciones a los derechos humanos en el contexto del estallido social
Ya en materia de violaciones a los derechos humanos Paula Escobar, a propósito de declaraciones del director del INDH Sergio Micco, la periodista pregunta ¿Qué se pude hacer para garantizar que no se repita lo mismo? A lo que valiéndose del contexto de investigaciones, señala que si actualmente existen miles de querella es porque como gobierno construyeron la posibilidad de que funcione el estado de derecho, y que Piñera desde el primer momento habría mostrado una enorme preocupación en derechos humanos, partiendo de un contexto de violencia desbordante.
Ante la pregunta de ¿Cómo las policías se modernizan? La ex vocera del gobierno de Piñera, aludió que el problema de Carabineros es sobre el sector que se dedica al “orden público”, y que casi lamentablemente no tienen las características aún para saber cómo responder en situaciones en situaciones de complejidad. Por lo tanto habría que apostar en profundizar en capacitaciones en derechos humanos, casi calcado a las clases de ética de los empresarios de SQM, e incluso planteando un mayor sueldo para este sector –de Fuerzas Especiales- al que denominó como quien ejerce el “monopolio de la fuerza”, porque las democracias lo necesitan. Aunque claro como refirió “restablecer el orden con respeto en materia de derechos humanos” ¿Utopía?
Sobre la sensibilidad del gobierno; reformas a Carabineros y un cambio de modelo económico
Ya haciendo recuento del denominado “polvorín” que significaron una serie de dichos indolentes por parte de ministros que señalaban que habían bajado el precio de las flores para poder regalar, o que se premia a los trabajadores que madrugaban al salir más barata la tarifa del metro, se le preguntó a la ministra sobre cuánto afectaron estos dichos al gobierno.
Ante esto Rubilar manifestó que esas frases dolieron porque “es como meter el dedo en la llaga”, y que cuando se está en esa clase de cargos ella destacaba que hay que actuar con prudencia, aunque no duda de la capacidad y buenas intenciones de aquellas personas que emitieron aquellos dichos, como el ex ministro de hacienda Felipe Larraín, y el ex ministro de economía Juan Andrés Fontaine.
Pero una vez más, retomando el debate sobre Carabineros, Paulsen le pregunta sobre cuál es la viabilidad de refundar Carabineros, y en una respuesta tan esquiva como abstracta, Rubilar contesta “toda la viabilidad que tengan los consensos”, ya que para ella si bien el monopolio de la fuerza lo tienen las policías, estas debieran tener la validación del amplio espectro de la ciudadanía.
Escobar trasladando al debate económico y social a propósito del estallido traslada a la ministra Rubilar hacia el actual sistema económico, preguntándole sobre cuánto cree que hay que cambiar del modelo, a partir de las declaraciones del economista Sebastián Edwards quien señala que el modelo neoliberal se acabó. Y aunque Rubilar expresa que el Estado debiera garantizar derechos políticos, civiles y sociales, se desmarcó de su otrora derechista de coalición Joaquín Lavín, quien incluso ha llegado a autodenominarse socialdemócrata.
Lavada de imagen progresista y un consenso frágil
Ya casi terminando el segmento del programa y siendo interrogada por Rincón quien le pregunta su posición frente al matrimonio igualitario, Rubilar le manifiesta que está a favor, y que ella es una convencida de que hay que avanzar, y respetar la diversidad del “otro”.
Y respecto a la relación entre política y corrupción tomando la indemnización millonaria a Ponce Lerou tras haber dio declarado culpable en el denominado Caso Cascadas, ella señala de que lo que molesta a la gente es la diferencia de trata, pero que no es un problema de la justicia que falla a favor de sentencias como esta, sino más bien en la norma que le faculta, por lo que sería un problema de “regulación”.
Ya acabando el primer bloque del programa y siendo consultada por su posición frente al hostigamiento y amenazas recibidas por la Fiscal Ximena Chong, frente al carabinero procesado por intento de homicidio hacia el joven A.A. siendo empujado del puente Pio Nono, manifestó que se encontraba en contra y rechazaba las acciones hacia la fiscal. Aunque no así manifestándose en contra del ministro del interior Víctor Pérez, quien acusó a la persecutora de “poca objetividad”.
En el caso de la problemática en la Araucanía, manifestó que hay que avanzar en políticas por ejemplo a reserva de cupos a los pueblos originarios frente al plebiscito constituyente, ministerio de los pueblo originarios, pero condenando a su vez los actos de “violencia rural”, como se refiere ella.
Consensos adhok para un gobierno de hipócritas
Desde hace bastante tiempo la figura de Karla Rubilar ha sido utilizada como una bisagra entre el gobierno con los sectores de centro, apelando a que detrás de que las décadas de insensibilidad de la casta política y los grandes empresarios, detrás de décadas de privatización de nuestros derechos y la precarización de la vida, y detrás de las múltiples violaciones a los derechos humanos, hay un gobierno que realmente se encuentra preocupado del futuro del pueblo trabajador, y que piensan reformas que puedan ser beneficiosas para la sociedad civil en su conjunto. Sin embargo su ánimo a canalizar la rabia popular en el plebiscito, y separar la protesta entre pacíficos y extremistas –posición que incluso se ha instalado incluso en la Oposición- no hace más que evidenciar la careta progresista de una derecha que hacia afuera da discursos con el pañuelo en la mano, pero a nuestras espaldas se ríe de las miserias que vive la clase trabajadora todos los días. Es la hipocresía llevada al nivel del discurso que busca equilibrar la lucha de clases, en medio de una indignación latente entre amplios sectores, que frente a la precariedad, la desigualdad y la represión, pueden volver a darlo vuelta todo. |