Al analizar los diferentes elementos que nutre la realidad de cómo se ha llegado hasta estos resultados, podemos notar que en el transcurso de este camino han habido muchos actores en la escena política, por ejemplo; los valerosos sectores de campesinos, de vecinos de zonas alejadas de las ciudades de El Alto como Senkata, la Zona Sur de Cochabamba, localidades de Santa Cruz, que resistieron y resisten el Estado policial impuesto por el Gobierno de Jeanine Áñez, Arturo Murillo y Fernando López.
Otro actor es la cúpula política del Movimiento al Socialismo (MAS), que en esta crisis abierta el octubre pasado, ha puesto en evidencia que es un partido político con una brecha entre una élite política y las amplias masas de las organizaciones sociales, tanto campesinas y obreras, como respaldo a estas palabras traigo a la memoria del lector, lo sucedido en los conflictos del pasado agosto, donde la cúpula burocrática de aquel partido ha decidido levantar la medidas de presión en busca de elecciones sin consultar a las bases movilizadas, esto demuestra que la separación de base y cúpula no ha sido superada.
Otro actor para señalar en este contexto fue la élite política de derecha y extrema derecha hechos carne y hueso en Áñez, Murillo, Camacho, Mesa, etc., estos actores en este periodo han expuesto su alto grado de peligroso fanatismo religioso, acompañado de una fuerte dosis de racismo; estos sujetos políticos han apoyado su prepotencia en la represión y en la descalificación de amplios sectores humildes de la población, ahora muy a regañadientes parece que se sientes obligados a reprimir ese sentimiento de odio contra los campesinos, obreros y sectores empobrecidos, pero los hechos nos demuestran que inevitablemente volverán a surgir.
Estos actores que menciono no excluyen la participación de muchos otros, como ser la policía, las fuerzas armadas, los grupos paramilitares arengados por las elites de derecha, los medios de comunicación hegemónicos, y deben existir aún más, pero tendré como centro de análisis los señalados en primera instancia.
Si la situación se va desenvolviendo sin mayores sobresaltos, los datos de los resultados preliminares en boca de urna nos reflejan que se ungirá a un fuerte Gobierno de Luis Arce y el Movimiento al Socialismo, ahora resulta incierto el relacionamiento que pueda tener éste con el ex presidente Evo Morales, ya que en la campaña se mostraba un cierto distanciamiento de Arce y Choquehuanca respecto de comentarios y posiciones de Morales, no se debería descartar algo parecido a lo ocurrido con Lenin Moreno y Correa en Ecuador.
Lo cierto es que el Gobierno siguiente debe administrar una profunda crisis económica y Arce será muy buen economista, pero mago no es, no estoy diciendo que para salir de la crisis económica se tenga que ser mago, lo que digo es que es imposible salir de esta crisis económica en los términos y dentro de la estructura capitalista, sin afectar los intereses de las mayorías empobrecidas que el día de ayer han depositado su voto en Arce.
Entonces se podrá decir que ¿la victoria de ayer fue una victoria de los explotados?, desde mi punto de vista, sí y no, me explico, lo que ayer se ha producido fue una victoria efímera, ésta se produjo contra los viejos políticos de la derecha conservadora y racista, las Áñez, los Mesa, los Tuto y otros viejos politiqueros de la vieja camada han sido derrotados, pero van dejando la posta a sus acólitos inmediatos como Shirley Franco de Unidad Demócrata (UD), diputada y ex candidata a vicepresidenta, por mencionar algún ejemplo. Señalo que es una victoria efímera porque el MAS deberá afrontar una crisis económica con medidas claramente antipopulares y que están destinadas a deteriorar, aún más, la economía de las clases subalternas. En este contexto de crisis económica y sanitaria, es efímera porque con la victoria de Arce no se conduce a la superación de las contradicciones esenciales de nuestra sociedad.
He señalado a algunos de los sujetos de este contexto de crisis, pero ahora me gustaría mencionar al gran ausente, un ausente que debe ser forjado desde las organizaciones vivas de sectores de trabajadores, campesinos, indígenas, mujeres, jóvenes, profesionales, pueblo trabajador, y que nos permita soñar con la victoria definitiva.
Se ha intentado con éxito, una polarización entre el Movimiento al Socialismo y la derecha conservadora, diseminado en varios partidos políticos; pero la polarización que se dio es más profunda, se ha dado una polarización entre los amplios sectores humildes y postergados, calumniados e insultados contra sectores de “gente bien”, de grupos empresariales, con características racistas y fanatismos religiosos.
Pero retomando, al referirme a ese actor ausente me refiero al partido político de trabajadores y campesinos, que surja desde sus mismas bases, con una predisposición a la lucha por los intereses mismos de las mayorías, no en beneficio de un grupito de capitalistas, iluminados, oportunistas o figuretis.
La tarea de forjar ese partido, es una tarea muy difícil, pero no por eso debemos rehuir a tal misión histórica, no podemos resignar la perspectiva de tener un instrumento político que exprese los intereses de las mayorías que ahora ponen sus expectativas en el Movimiento al Socialismo. Desde la pequeña organización política a la que pertenezco (LOR-CI), agotaremos nuestros esfuerzos para poner ladrillo sobre ladrillo la construcción de un partido político revolucionario al servicio de los trabajadores, campesinos, pueblos indígenas y sectores oprimidos de la población, si deseas ser parte de esta tarea organízate con nosotros. |