“El reclamo lo hacemos entre todos los vecinos ya que estamos en las mismas condiciones. Somos del “pasillo ancho”, hay 23 departamentos y en cada uno viven 4 o 5 personas: todos los pozos y cañerías están tapados” , testimonia una de las vecinas del lugar en diálogo con La Izquierda Diario, remarcando que en muchas de las familias hay niños y personas mayores de 80 años en riesgo de salud, que deben convivir en casas inundadas con agua servida de las cañerías y de los pozos que se desbordan.
Este no es un barrio nuevo ni alejado del centro de la ciudad, es simplemente parte de la cifra que supera el 70 por ciento de la población de Berisso (incluidas zonas céntricas) que no cuenta con la infraestructura básica de red cloacal.
“Cuando llueve tenemos que sacar el agua para afuera del pasillo y poner bolsas de arena para que no entre en las habitaciones, pero esto viene de siempre, si bien siempre nos organizamos entre los vecinos y tratamos de hacer lo posible para que no se nos llenen los patios, ya que la municipalidad nunca atendió nuestros reclamos”, explica otro vecino recordando que incluso ofrecieron realizar la mano de obra ellos mismos si les entregaban el material necesario para resolver el problema, pero tampoco tuvieron respuesta.
Cuentan que ante su insistencia, el Intendente Fabián Cagliardi (PJ) se hizo presente en el lugar y les prometió cañerías nuevas “pero que debíamos esperar que pase el 17 de octubre”, fecha en que se realizarían los festejos del “Día de la lealtad”, paradójicamente –o no- en esa misma calle Nueva York, el kilometro 0 de donde hace exactos 75 años surgió esa marcha que mojó con Cipriano Reyes las patas en la fuente de la mística peronista; esta misma calle Nueva York que tantos años después, y tantas generaciones de vecinos pasadas, y tantos gobiernos peronistas y opositores de turno, la mantiene aun hoy con las promesas bajo el agua. |