La jornada del 18 octubre estuvo marcada por contundentes manifestaciones que se desplegaron a nivel nacional. A pesar de todos los intentos del gobierno y de todo el régimen político (incluida la oposición y el Frente Amplio) por desincentivar la movilización en las calles, más de 100.000 personas salieron a protestar solo en Santiago, dejando en claro que el descontento que se expresó el 18 de octubre del 2019, sigue vigente.
Los próceres de la paz y el asesinato a Anibal Villaroel
Pero también estuvo atravesada en torno al bullado tema de la “violencia”. La campaña de la derecha fue clara; reafirmar a toda costa que el proceso constituyente (amañado y en su beneficio) es la única salida para que chile no caiga de nuevas protestas como los originados el 18 de octubre del año pasado.
Sacando las lecciones a un año de la rebelión de octubre del 2019 se esforzaron por mostrar (con la complicidad con las grandes medios de prensa) la división entre manifestantes “pacificos” (el carnaval en plaza Ñuñoa y sectores de capas medias) y los “violentistas” justificando la militarización de las poblaciones y barrios populares.
Con esa fraseología y en nombre de la paz le arrebataron la vida al joven Anibal Villaroel en la población la victoria
“Siento que faltó acción, solidarizo con Carabineros y la tremenda pega que hicieron, pero ¿qué pasa con el Estado? Contemplativo lo sentí a veces, contemplativo mirando a través de las cámaras cómo saqueaban y destruían los barrios de Santiago”, sostuvo el derechista alcalde de la comuna de Santiago, Felipe Alessadri, al realizar un balance sobre el primer aniversario del 18 de octubre.
“No porque los protocolos de Carabineros hoy día llevaron a que no hayan quejas de los institutos de derechos humanos vamos a minimizar lo que ocurrió ayer: Celebro el actuar apegado a los protocolos internacionales, pero condeno con fuerza cómo arrasaron con barrios característicos y tradicionales”.
El objetivo del discurso de estos “próceres de la paz” era muy concreto; justificar el garrote como garante del tramposo proceso constituyente que se inicia el 25 de octubre. Quieren un proceso controlado y a su medida y lo van asegurar con garrote en mano.
Fue también una forma de cambiar la relación de fuerzas después del repudio generalizado que genero el intento de asesinato del joven Anthony que fue lanzado al rio Mapocho la semana pasada.
El ala izquierda del pacto de paz
La operación evidente de separar “violentos” y pacíficos” buscaba alinear al régimen, mostrando rechazo a las manifestaciones del pueblo trabajador y justificando la criminalización.
El Partido comunista y el frente amplio en vez de denunciar esta operación del gobierno le cedieron a la opinión publica orquestada por los medios. Boric fue el primero e hizo un llamado a “no manifestarse” porque “no estaban las condiciones”.
Jadue del partido comunista mencionó "la violencia le sirve a los que quieren suspender el Plebiscito, hasta el día de hoy. Hago un llamado a que quienes quieran manifestarse lo hagan pacíficamente, que aíslen y condenen la violencia"
Por distintas vías ambos hicieron eco a la campaña criminalizadora del gobierno.
Pero se callaron la boca frente a la verdadera violencia que esta organizada en el estado y financiada con millones de pesos en utencilios para las fuerzas represivas. Que cargan con mas de 30 muertos, miles de heridos, mutilados y presos.
Violencia es la que vive el pueblo trabajador despedido que tuvo que protestar por hambre.
De que violencia habla un gobierno que fue capaz de mentir en las cifras de COVID-19 y que es el responsable de miles de muertes. Estos pacifistas son los que defienden un sistema de salud que permite que niños se mueran en las listas de espera en los hospitales públicos.
Las provocaciones y la necesidad de fortalecer la autodefensa obrera y popular
Con el objetivo de criminalizar a la juventud trabajadora y popular. La operación del gobierno fue preparada minuciosamente; con infiltraciones que iniciaron semanas antes preparadas por personal militar y de carabineros como se denunció en Lo Hermida.
Sin una acción unitaria del pueblo trabajador, el gobierno y las fuerzas represivas tienen mayor margen para orquestar sus operaciones y montajes.
Es criminal que mientras la primera línea pelea en las plazas y poblaciones del país, la burocracia sindical esta callada viendo como encarcelan, mutilan y asesinan a la juventud trabajadora.
Hay que fortalecer a las brigadas de primera línea en coordinación con las organizaciones de trabajadores y populares, los comités de emergencia. Ligado a una política de exigencia para el desarrollo del frente único obrero, exigiendo a las grandes centrales obreras que rompan la tregua criminal que tienen desde que inicio la pandemia.
El régimen chileno ya tiene miles de presos políticos y asesinados en la impunidad.
Es urgente una acción unitaria del pueblo trabajador para exigir la libertad inmediata de los presos políticos Mientras los partidos conciliadores hace eco de la campaña de criminalización del gobierno, debemos decir claramente que el régimen de los 30 años no lo vamos a tirar pacíficamente. Debemos retomar el camino de la rebelión popular de octubre por medio la huelga general para echar abajo este régimen en la perspectiva de un gobierno de las y los trabajadores. |