El plebiscito se acerca a cada minuto, y, al parecer, para el Gobierno no ha sido suficiente la militarización y la represión que ha desplegado la policía estos últimos meses. Ya que el plan para este domingo, es desplegar alrededor de 23 mil carabineros para “resguardar” los locales de votación ante el peligro de eventuales manifestaciones. Los policías estarán realizando perímetros de seguridad por las zonas aledañas al punto de sufragio.
Sumado a esto, 27 mil militares serán desplegados para vigilar los locales de votación. Por otro lado, 59 detectives de la PDI serán repartidos en 20 países para vigilar el plebiscito en el extranjero.
Está línea de militarización y represión, es parte fundamental de la estrategia del Gobierno, para salir medianamente tranquilo de su mandato, dentro de lo posible, mientras administra el proceso constituyente y el pueblo no suelta las calles.
Parte de aquello es la realización de este proceso, del plebiscito, entre toque de queda y un mar de impunidad, por los miles de crímenes contra los DDHH que la policía y las fuerzas armadas cometieron desde octubre del 2019 y mucho antes.
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Un despliegue inaceptable del brazo armado del Gobierno, que muestra una vez más, un punto débil de Piñera, con el temor ante posibles movilizaciones y la necesidad urgente de dar una lucha consecuente por el fin a la impunidad, a la represión y por la libertad a las y los presos políticos mapuche y de la revuelta. | 
