El domingo 25 se votará y nadie está ajeno a esta discusión que se ha tomado cada medio de comunicación, cada mesa familiar, cada espacio público y privado, hoy cada persona que habita en Chile tiene una opinión al respecto y las empresas no han dudado en utilizar esto a su favor. El marketing no se ha hecho esperar y empresas como Uber, Didi y Starbucks aprovechan esta propaganda para lanzar “beneficios” y, finalmente, hacerse propaganda pasándose por democráticos.
Todos con el mismo discurso, facilitar o celebrar el deber cívico, porque según plantean cadenas como Starbucks “votar es el mejor camino para expresar y hacer valer nuestra opinión”. Y es que ahora todos se pintan de democráticos, mientras a Uber hay que llevarlo a tribunales para que reconozca la relación laboral con sus trabajadores (precaria además), Starbucks planeó aprovechar la ley de suspensiones para dejar al 90% de sus trabajadores sin sueldo durante plena pandemia.
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Sin embargo, en el fondo, lo que procuran es lavarse la cara y, al ritmo del Chile que despertó, intentar ponerse a tono con esta nueva situación, porque mientras públicamente se pintan de democráticos instando a la población a “hacer valer su opinión” por abajo precarizan a las personas y se siguen haciendo millonarios con su trabajo.
Entonces el llamado es claro, aprovechemos de tomarnos el café, usemos el viaje gratis, pero no nos compremos esa imagen de “empresa progre” y votemos apruebo para echar por tierra la constitución d e Pinochet que permite la precarización de los trabajadores en el país mientras continuamos en la organización por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que nos permita poner nuestras demandas al centro. |