La acusación constitucional busca determinar la responsabilidad del ministerio del interior en la falta de control que éste ha mantenido sobre el actuar de carabineros, tanto por su rol durante en el paro de camioneros, como por el intento de homicidio ocurrido en el Puente Pio Nono a comienzos del mes de octubre.
Los abogados del ministro del interior, Mario Rojas Sepúlveda y Alejandro Espinoza Bustos, abogados ligados a la defensa de políticos enfrascados en causas de financiamiento ilegal (como Pablo Logueira, Fulvio Rossi o Jacqueline van Rysselberghe) respondieron ante la comisión parlamentaria, que estudia la acusación, que durante un estado de catástrofe la policía sería dependiente de los Jefes de Defensa Nacional y por tanto del Ministerio de Defensa.
Con esto Interior le “tiró la pelota” al ministerio de defensa nacional, dirigido por el ex timonel de Renovación Nacional, Mario Desbordes. Esto generó molestia a la interna del gobierno, pero también en el partido de Desbordes, principalmente porque la respuesta no habría sido consultada previamente con el mandatario.
En tal sentido, la respuesta elaborada por los abogados de Pérez no solo traspasa el problema a Desbordes, sino que deja la puerta abierta a un mayor cuestionamiento al gobierno de Piñera por el rol que tiene carabineros y la falta de control que existe sobre las fuerzas de represión en el país.
Tratando de cerrar este nuevo flanco Piñera se reunió con ambos ministros, donde, según fuentes que accedieron al contenido de dicha cita, Desbordes planteó que tal medida generaba inquietud al interior de las Fuerzas Armadas.
La debilidad del gobierno genera que cada paso en falso tenga costos políticos, más aún cuando se trata del cuestionamiento a la represión. En este sentido, Carabineros es una fuente constante de crisis, debido a que, más allá de que se “ tiren la pelota” entre los ministros, aumentando las crispaciones, la policía se encuentra profundamente cuestionada.
Para nadie es una novedad que una acusación constitucional en medio de un proceso plebiscitario, donde lo más probable sea una victoria contundente de la opción apruebo, viene bastante mal para un gobierno con fuertes crisis. Sin embargo, las acusaciones constitucionales son un chiste repetido de la oposición.
Para asestar verdaderos golpes al gobierno, que nos permitan retomar la iniciativa, es necesario retomar el camino del paro nacional del pasado 12 de noviembre, sin embargo este es exactamente el camino que la oposición se ha negado a impulsar, prefiriendo la comodidad que les brindó el "Acuerdo por la Paz" para mantener el proceso constituyente bajo su control de los grandes poderes del país. | 
