Joaquín tenía 15 años. Como muchos jóvenes de su pueblo y otras localidades cordobesas, trabajaba en forma precaria. Cosechaba papas y cebollas en el establecimiento “La Parcela”.
Pero quería tener un futuro mejor, por eso seguía estudiando. Estaba en el tercer año del IPEA (Instituto Provincial Agrotécnico) N° 306, Doctor Amadeo Sabattini.. Cursaba clases por Zoom, ya que no podía hacerlo de manera presencial.
Paso Viejo es una localidad pequeña del departamento de Cruz del Eje en la provincia de Córdoba. Todos y todas se conocen.
Por eso, Joaquín y varios de sus amigos se habían juntado este sábado en una plaza al aire libre. Luego de trabajar y estudiar toda la semana, con lo que habían cobrado querían pasar un momento entre amigos.
Sin embargo, la policía comenzó a hostigarlos. Primero la provocación y más tarde directamente los balazos. Primero con las itacas y luego directamente con la 9 mm. Joaquín murió por un balazo por la espalda, y dos de sus amigos resultaron heridos y están internados en el Hospital Regional.
El hecho generó la reacción de sus amigos, familiares, profesores y vecinos, que se concentraron para reclamar justicia.
"Me lo mataron por la espalda, quiero justicia", es el reclamo de su madre, Soledad.
"Solo pido memoria, solo pido justicia, solo pido que cada adolescentes tenga un sueño que no vaya esquivando balas para convertirlo en realidad" dice una carta en el blog "Justicia por Joaquín".
Los medios locales reflejaron la denuncia de los vecinos y padres de otros de los jóvenes. "Yo sabía, que a Joaquin lo mató la policía", cantaban con bronca.
Tras el reclamo, la fiscal de Dean Funes, Fabiana Pochettino, ordenó la detención de los cinco policías involucrados en el asesinato. Se trata de los efectivos Maykel Mercedes López (24), Enzo Ricardo Alvarado (28), Iván Alexis Luna (25), Jorge Luis Gómez (33) y Ronald Nicolás Fernández Aliendro (26).
Joven trabajador y estudiante, el crimen de Joaquín se suma a la triste lista de jóvenes asesinados por la policía de Córdoba. Durante la pandemia ya se cargaron la vida de al menos 8 de ellos. El caso de Blas Correas, también asesinado por la espalda, fue uno de los más resonantes. Ya hay 21 policías de Córdoba imputados por estos casos.
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