Un importante debate se está realizando en el interior de la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA), tomando como principal protagonista a Richard Von Appen, quien hoy se postula como candidato a presidir la SOFOFA, organismo dirigido por Bernardo Larraín Matte, quien solo ha demostrado el enorme poder patronal que este organismo tiene.
Recordemos que la familia Von Appen sacó ronchas debido a los dichos de Sven Von Appen hijo, quien señaló en su momento que los chilenos se volvieron “hambrientos” por los beneficios de la economía y que sería bueno que “gane la izquierda comunista” para que haya una crisis, “y el chileno llegue al nivel que corresponde y no se vuele”, lo que está detallado en el libro “Chile y los Hombres del Tercer Reich”, de María Soledad de la Cerda. Investigación que a su vez explica cómo el padre de la familia, hoy líder del negocio portuario nacional a través de Ultramar, y también importante financista del Centro de Estudios Públicos (CEP), donde Wolf Von Appen es vicepresidente del consejo directivo, tenía encomendado por el régimen nazi hacer volar usinas, barcos y fábricas. Y sobre todo el canal de Panamá.
Para nadie es sorpresa que este tipo de empresarios quieran liderar estos puestos durante este proceso de cambio de constitución, que a su vez también hace que muchos empresarios del país se encuentren expectantes a los movimientos que realiza la bancada de derecha en los principales puntos de estratégicos de la economía del país. Puntos que hoy se encuentran al centro del debate constituyente, ya que se pretende recuperar estos sectores de manos de negocios internacionales.
Son este tipo de empresarios, que en su momento junto al grupo Angelini acordaron poner un total de US$ 570 millones, entre Ultramar y Copec, para desarrollar un proyecto en la Isla Riesco llamado Minera Invierno, que consiste en la extracción de 6 millones de toneladas de carbón para uso termoeléctrico, para lo cual había que abrir una mina e instalar un puerto en la localidad magallánica (tal es la cantidad de plata, que le ganaron la licitación a BHP Billiton); los que controlan los sectores estratégicos de la economía y mantienen sueldos de miseria, mientras sus familias y grupos se enriquecen cada año.
Es por razones como estas que debemos evitar que empresarios y sectores de derecha logren desviar las verdaderas aspiraciones de la clase trabajadora, que exige realizar cambios profundos en las entrañas de la economía, que solo permite el crecimiento de unos pocos en desmedro de millones.
Para ello es necesario que la CUT y los sindicatos levanten un plan de lucha serio hacia la huelga general, única vía para realmente conquistar una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, demandas como NO+AFP, el derecho al agua y la renacionalización de los recursos naturales, y sobre todo avanzar hacia la perspectiva de que las y los trabajadores sean quienes gobiernen. |
