Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) declaró el apoyo de esta central patronal reaccionaria al grupo de los gobernadores opositores a López Obrador. La Alianza Federalista nuclea a los mandatarios de Nuevo León, Coahuila, Durango, Michoacán, Tamaulipas, Jalisco, Colima, Guanajuato, Chihuahua y Aguascalientes, pertenecientes al PAN, el PRI, el PRD e “independientes”.
De Hoyos se sumó a la pugna de los gobernadores con Palacio Nacional. Defendió el federalismo y habló de que existe un ultracentralismo “que asfixia la vida pública del país”. Estas declaraciones vienen después de un nuevo capítulo de la pugna entre los gobernadores opositores y la presidencia por los recursos federales.
En días previos, aquellos continuaron exigiendo la “devolución de los recursos que les corresponden” a sus estados, en tanto que AMLO afirmó que el dinero para los planes sociales se entregará “directo a los beneficiarios”.
Los gobernadores, en un incremento de la tensión, amenazaron con la realización de consultas ciudadanas para definir un posible abandono del Pacto Fiscal. En tanto que AMLO afirmó que no hay ninguna posibilidad de que se rompa el Pacto y que esto sucede porque estamos “en temporada de elecciones”.
Las causas de la disputa
La pelea entre los gobernadores y AMLO, a la cual se suma la Coparmex expresa, de una parte, una disputa por la distribución y el manejo clientelar de los recursos económicos. Los gobiernos estatales pretenden controlarlos -lo cual evidentemente utilizarán para su provecho y para fortalecerse políticamente- en tanto que AMLO quiere distribuirlo sin intermediarios y afianzar así la base social del Morena en las entidades que hoy están en poder de la oposición.
El aumento de la confrontación tiene que ver, evidentemente, con los intentos de la oposición por mejorar sus posibilidades hacia las elecciones del 2021. Buscan capitalizar el desgaste que pueda existir entre la población respecto al gobierno. Es por eso que a esto se suma la COPARMEX, el sector patronal que está más confrontado con López Obrador, y alienta la formación de un frente AntiAMLO, lo cual se suma a las manifestaciones de la derecha, como las que encabeza el conservador y reaccionario FRENA.
El rol que están jugando los gobernadores demuestra que ellos - en el marco de la crisis que arrastran el PRI, el PAN y el PRD desde el 2018- son los mejores posicionados para hacerle frente a la presidencia y apuntalar los intentos de la oposición por levantar cabeza. Estos partidos esperan ilusionados repetir, el año entrante, los triunfos que obtuvo el PRI en Hidalgo y Coahuila. Por eso están “calentando” la confrontación con la presidencia y apuntalando a quienes manejan recursos y estructuras de gobierno.
Una salida favorable a los trabajadores y el pueblo
La realidad es que ninguno de los bandos en disputa representa una salida favorable para el pueblo trabajador, que hoy enfrenta la consecuencias de una crisis sanitaria y económica que está lejos de haber terminado.
Tanto los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN -con la colaboración del PRD- como la actual presidencia “progresista” de AMLO, han privilegiado los intereses de los capitalistas y las trasnacionales. Durante los sexenios anteriores, se ha reducido una y otra vez los recursos para salud, educación, cultura y el salario ha retrocedido sin descanso. Los partidos patronales "opositores", más allá de su cínica demagogia, defienden el programa de los grandes empresarios, que busca mayor explotación, opresión y miseria para la clase obrera, los campesinos y el pueblo.
Bajo el gobierno de López Obrador, por su parte, medidas como los planes sociales, fueron paliativos que, aunque sin duda generaron simpatía en sectores de la población, no resolvieron la situación de las y los trabajadores. Esto mientras que, bajo el discurso de la “austeridad republicana”, continuó el viejo curso neoliberal, con cientos de miles de despidos en el estado durante el 2019, y millones en el país durante la pandemia, en tanto que no se tocan las ganancias de los capitalistas y el pago de la deuda externa. No podemos olvidar que hace algunos meses, AMLO reabrió la industria maquiladora y automotriz, y después el resto de la economía, atendiendo a las exigencias de los patrones y de la Casa Blanca, en detrimento de la salud y la vida de las mayorías.
AMLO y los gobernadores tuvieron pleno acuerdo en dejar pasar los despidos y los recortes salariales, que tanto afectaron a las y los trabajadores. Ahora, asistimos a una pugna por el manejo de los recursos con muchas acusaciones, pero donde lo que no se discute es como responder a los intereses y necesidades del pueblo trabajador y pobre.
Ante eso, es necesario que las organizaciones obreras y populares levanten un programa de emergencia que incluya el aumento del presupuesto para la salud, la educación, la cultura sobre la base del no pago de la deuda e impuestos a las grandes fortunas. Para luchar por esto, es necesaria la independencia política de las y los trabajadores tanto de la derecha como del Morena. Para impulsar esto, es esencial construir una alternativa política de las y los trabajadores, socialista y revolucionaria, que realmente dé respuesta a las demandas de los explotados y oprimidos, para lo cual es necesario atacar de raíz los intereses de los capitalistas y las transnacionales. |